Ya son 300 hectáreas afectadas por incendios forestales en el Huila

En el Huila, según la Central de Emergencias del Departamento, en lo que va del año se han registrado 65 incendios que han dejado 300 hectáreas afectadas en 21 municipios.

La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM emitió un llamado urgente a las autoridades y comunidades locales debido a los impactos negativos generados por el fenómeno de el Niño tanto a nivel nacional como en el Huila.

La entidad hizo énfasis en la importancia de emprender acciones preventivas y de mitigación para contrarrestar sus efectos, ya que se espera que este fenómeno se prolongue hasta el mes de mayo del presente año.

“En los meses de enero y febrero del 2024 el Niño tendrá mayor impacto, por lo que se esperan temperaturas más altas y una reducción significativa en las precipitaciones”, dice el comunicado oficial de la autoridad ambiental de esta región.

Durante el más reciente Concejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, se estableció una Sala Temporal para realizar el respectivo seguimiento a esta situación.

Recomendación

La Corporación hace un llamado a la acción, reiterando recomendaciones clave para enfrentar la primera temporada seca de 2024 y el fenómeno de el Niño.

“A los Consejos Departamental y Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres, así como a las autoridades municipales, se les insta a mantener activos los planes de Gestión del Riesgo y Protocolos de Respuesta, especialmente en áreas de reserva forestal y ecosistemas estratégicos”, indica la CAM.

Así mismo, se solicita a los gremios, específicamente del sector agropecuario suspender la realización de quemas agrícolas.

“El sector agropecuario debe planificar turnos de riego, adoptar buenas prácticas productivas y monitorear las fuentes de abastecimiento de agua”.

Por su parte, la comunidad educativa debe incluir en sus programas de educación ambiental temas relacionados con la prevención de incendios forestales.

Las empresas operadoras de acueductos deben implementar planes de contingencia y monitorear constantemente las fuentes hídricas mientras que el sector energético debe realizar un seguimiento permanente a los pronósticos meteorológicos y monitorear los niveles de los embalses.

“La comunidad en general debe adoptar prácticas responsables para prevenir incendios, hacer un uso racional del agua y estar alerta ante cualquier emergencia”, finaliza el comunicado.