Voto en blanco reordena el mapa político en elecciones atípicas del Magdalena

Una encuesta encontró que esta modalidad de participación crece principalmente en zonas urbanas donde los problemas de agua potable y movilidad son más críticos, allí, la ausencia de propuestas claras impulsa esta opción al 27%. El estudio confirma que estas necesidades territoriales tienen un peso decisivo en la intención de voto de cara a la elección atípica del Magdalena.

El más reciente estudio de Cifras & Conceptos para las elecciones atípicas del Magdalena movió el tablero político regional al ubicar el voto en blanco en 27%, un nivel que lo posiciona por encima de todos los candidatos, salvo Margarita Guerra, quien registra 31%.

Según el informe, la competencia real se concentra en el segundo lugar, mientras una franja amplia del electorado manifiesta inconformidad con la actual oferta de campaña. La medición, realizada mediante 1.200 encuestas presenciales en 15 municipios del departamento, indica que los magdalenenses priorizan tres temas críticos: agua potable (57%), deterioro vial (46%) e inseguridad (34%).

Estos factores inciden directamente en la valoración de las propuestas de gobierno y explican la inclinación hacia el voto en blanco entre quienes no encuentran respuestas claras a estas problemáticas. En cuanto a intención de voto, la encuesta señala que, si las elecciones fueran mañana, Guerra obtendría 31%, seguida por Rafael Noya (20%), Miguel Martínez (11%), Luis Santana (3%) y voto en blanco (27%). Adicionalmente, un 8% no sabe o no responde.

El estudio también revela que Guerra es percibida como la candidata con mayor probabilidad de ganar, con un 47% de menciones en ese indicador. Los datos evidencian un electorado mayoritariamente independiente. El 49% afirma no identificarse con ningún partido, mientras que el 46% se ubica ideológicamente en el centro. Esta combinación sugiere una competencia abierta, en la que la movilización regional depende más de las propuestas y la claridad programática que de las estructuras partidistas tradicionales.

En cuanto al clima de opinión, el reporte indica que el 29% considera que el departamento va por buen camino, el 50% lo califica como “regular” y el 21% como “mal camino”. Estas percepciones influyen en la demanda de soluciones inmediatas y en la disposición de los votantes a optar por alternativas no asociadas a los nombres tradicionales, como el voto en blanco.

Finalmente, el informe concluye que la elección del 23 de noviembre se desarrollará en un escenario competitivo, con una participación probable del 53% y una ciudadanía que prioriza resultados en servicios básicos e infraestructura.