¿“Viviendo sabroso” a costa de su UTL? Nuevas pruebas explosivas hunden a Racero en escándalo de corrupción

Transferencias sospechosas y audios reveladores se suman al escándalo que tiene como protagonista al congresista David Racero, del Pacto Histórico.

Recientes revelaciones han puesto en el ojo del huracán al congresista David Racero, miembro del Pacto Histórico y expresidente de la Cámara. La investigación, liderada por la Procuraduría, busca determinar si Racero ha utilizado fondos de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) para fines personales y si ha involucrado a su equipo en actividades no relacionadas con su labor legislativa.

En este escándalo, que parece no tener fin, se suman las recientes publicaciones hechas por el periodista Daniel Coronell en W Radio y por El Tiempo, que indican que un miembro de la UTL transfirió dinero a familiares de Racero, lo que podría comprometer aún más su situación.

Estas revelaciones no solo enlodan la imagen del congresista, sino que también alimentan el creciente escepticismo sobre la integridad de los políticos de la izquierda en Colombia.

Transferencias sospechosas

Documentos financieros revelan que el 22 de diciembre de 2019, Viviana Moreno, asesora de la UTL, transfirió 4 millones de pesos a la cuenta de Jorge Racero, padre del congresista. A pesar de que la asesora sostiene que no recuerda haber realizado este movimiento, el recibo es claro y corroborado. Días antes, el 29 de abril de 2019, Moreno había enviado otros 2 millones de pesos a la cuenta de Jorge Luis Racero, su hermano.

Además, un recibo del 24 de diciembre de 2018 muestra que más de 5 millones de pesos fueron transferidos desde Puerto Carreño a la cuenta del congresista, lo que plantea serias preguntas sobre el origen y el destino de estos fondos.

Audios reveladores

La situación se complica aún más con la aparición de dos audios que comprometen a Racero. En las grabaciones, el congresista instruye a Leonardo García, su conductor y miembro de la UTL, para que maneje cuestiones relacionadas con su negocio personal, un mercado fruver.

“Entregue 1 millón para la compra de mañana… lo que hagamos sumercé se la lleva”, se escucha en uno de los mensajes. En otro, García consulta sobre la entrega de 2 millones de pesos para el mismo negocio, lo que sugiere un uso inadecuado de recursos públicos para fines personales.

“Pregunta. Si sigue la orden de darle los 2 millones de pesos a don Nelson para lo del mercado, o cuánto le entrego o cómo hacemos o su merced habla con él para entregarle esa plata”.

Racero, el burócrata

Las revelaciones no se detienen ahí. Racero también está siendo investigado por su presunta implicación en un esquema de contratación en el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena). Un chat entre Racero y el exsenador del Verde, Jorge Londoño, sugiere que el congresista intentó negociar la asignación de puestos en la institución, con la intervención de su tío, José Luis Mayorcas.

“¿Tú me dirás en qué subdirección crees viable que los puestos del Centro Democrático nos los den a nosotros en el Cesar, de OPS?”, cuestiona Racero, recibiendo una respuesta que sugiere un acuerdo de repartición de cargos.

Las evidencias presentadas han generado un clima de incertidumbre y desconfianza respecto a la gestión de David Racero. La Procuraduría ha iniciado una investigación exhaustiva que determinará si el congresista ha violado normas éticas y legales en su desempeño.