Se pronostica que, durante la temporada de La Niña, habrá un aumento en la frecuencia e intensidad de las lluvias, así como la posibilidad de tormentas más intensas y eventos climáticos extremos.
Anticipándose a la inminente llegada del fenómeno de La Niña, la Procuraduría lanzó una advertencia urgente instando al gobierno nacional y autoridades locales a ejecutar acciones de prevención y preparación, teniendo en cuenta que se espera que este fenómeno climático traiga consigo una serie de condiciones meteorológicas extremas que podrían afectar a varias regiones del país.
“Acciones de monitoreo, mitigación, alistamiento, atención y recuperación de desastres, manejo de emergencias y reducción de riesgos previstos para los fenómenos climáticos del 2024, que amenazan con inundaciones, creciente súbita, movimientos en masa, avenidas torrenciales, fuertes vientos, tormentas tropicales y huracanes en la región Caribe del país”, emitió el ente de control en una circular.
La Niña, conocida por sus efectos opuestos a los del fenómeno de El Niño, se caracteriza por el enfriamiento anormal de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, lo que desencadena una serie de cambios en los patrones climáticos a nivel mundial. Se pronostica que, durante la temporada de La Niña, habrá un aumento en la frecuencia e intensidad de las lluvias en ciertas áreas, así como la posibilidad de tormentas más intensas y eventos climáticos extremos. Ante este panorama, la Procuraduría le pidió a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) que mantenga actualizado el Sistema Nacional de Información para la Gestión del Riesgo de Desastres, así como presentar al ente de control, un informe bimestral con las acciones de prevención y atención, en el que se incluya la destinación de recursos. También requirió al Ideam que ajuste los problemas de acceso a la de los boletines e información de seguimiento en su página web. Asimismo, deberán actualizar y socializar los Planes de Emergencia y Contingencia, garantizando los sistemas de alertas tempranas, los recursos necesarios y el monitoreo de cuerpos de agua y de las áreas inestables con antecedentes de inundaciones, con el fin de prevenir posibles desbordamientos, deslizamientos o taponamientos.
El llamado de la Procuraduría también incluyó recomendaciones específicas para la población, como mantenerse informado sobre los pronósticos del tiempo, asegurar adecuadamente las viviendas y propiedades, así como mantener suministros de emergencia y kits de supervivencia.