La líder opositora criticó la pasividad internacional frente a la crisis en Venezuela y sugirió que solo una intervención militar avalada por la ONU podría desmantelar el régimen de Maduro y restaurar la democracia en la región.
En una contundente entrevista con el canal de noticias NTN24, la senadora y precandidata presidencial por el partido Centro Democrático, María Fernanda Cabal, reafirmó su postura sobre la crisis política y humanitaria que vive Venezuela.
La líder opositora señaló que la única solución viable para desmantelar la “narcodictadura” que, según ella, desgobierna el país vecino, es una intervención militar con apoyo internacional, preferiblemente bajo el amparo de Naciones Unidas.
“Desde hace tiempo hemos planteado que la única posibilidad de sacar a la narcodictadura, que hoy es la que mal gobierna en Venezuela -o desgobierna en Venezuela-, tiene que ser por la vía militar”, declaró.
La senadora argumentó que la fuerza pública venezolana, especialmente las bases del ejército y la policía, estarían alineadas con los ideales de libertad, pero el miedo ha frenado cualquier intento de golpe de Estado.
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Críticas a las respuestas internacionales
Cabal también cuestionó las estrategias adoptadas por la comunidad internacional frente al régimen de Nicolás Maduro, a las que calificó de “buenistas” y comparó con las políticas de apaciguamiento de Neville Chamberlain durante la Segunda Guerra Mundial.
“Los buenistas son los Neville Chamberlain que decían que Hitler no era tan malo y ya se había tomado Austria y Polonia. ¿Qué había que negociar con él? Pues negociar con los comunistas que hoy vienen repotenciados”, afirmó con contundencia.
Según la congresista, el régimen de Maduro no solo representa un modelo de Estado socialcomunista, sino que ha evolucionado hacia lo que denominó un “empresa criminal transnacional”.
En su opinión, cualquier negociación con este tipo de gobiernos implica validar estructuras ilegales que amenazan la estabilidad de las sociedades libres, especialmente en América Latina.
La opción militar y su legitimidad
Cabal fue enfática al proponer una intervención militar como único camino para restaurar la democracia en Venezuela. Explicó que una acción de este tipo debería estar respaldada por organismos internacionales como la ONU, para garantizar su legitimidad y evitar una crisis mayor.
“Con un golpe militar apoyado internacional y preferiblemente por Naciones Unidas se rescataría la democracia”, subrayó.
Esta declaración no es nueva en el discurso de la precandidata presidencial, quien ha sido una crítica acérrima del socialismo en la región y del papel que el gobierno de Gustavo Petro ha asumido frente a la situación venezolana.
En varias ocasiones, la senadora ha advertido sobre los riesgos de una región dominada por lo que describe como “regímenes totalitarios disfrazados de democracias populares”.
Impacto regional
La propuesta de la líder opositora llega en un momento crítico para América Latina, donde varios países enfrentan tensiones internas y un resurgimiento de movimientos políticos de izquierda.
La crisis migratoria generada por la situación en Venezuela también ha exacerbado los desafíos sociales y económicos en naciones como Colombia, que actualmente alberga a más de 2.5 millones de migrantes venezolanos.
Las declaraciones de Cabal han suscitado reacciones polarizadas en el ámbito político y diplomático. Mientras algunos analistas consideran que su postura es una manifestación de “liderazgo valiente” frente a la pasividad de otros actores, otros critican la viabilidad y las implicaciones éticas de una intervención militar.
La comunidad internacional, por su parte, ha mantenido posiciones divididas respecto a cómo abordar la crisis venezolana, oscilando entre sanciones económicas, diálogo político y acciones más contundentes.
Como precandidata presidencial, Cabal ha consolidado su imagen como una de las voces más críticas y combativas contra los regímenes autoritarios en la región. Su visión sobre Venezuela no solo refleja su agenda política, sino también un esfuerzo por posicionarse como una alternativa fuerte frente a lo que considera una amenaza para la democracia y la libertad en América Latina.