El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, regresó al podio de Naciones Unidas con un discurso de más de 50 minutos en el que destacó sus logros en seguridad y migración, criticó duramente a la ONU y agradeció a El Salvador por encarcelar a migrantes considerados delincuentes. También cuestionó la agenda climática y advirtió sobre la guerra en Ucrania.
Con tono desafiante, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a intervenir en la Asamblea General de las Naciones Unidas después de seis años de ausencia. En su discurso, se centró en su política migratoria, la lucha contra el narcotráfico y los conflictos internacionales, al tiempo que lanzó duras críticas a la ONU y a su papel en la seguridad global.
Trump abrió su intervención resaltando sus medidas para frenar el ingreso irregular de migrantes.
“Si entras ilegalmente a Estados Unidos, irás a la cárcel o regresarás a tu lugar de origen, o quizás más lejos”, advirtió. Agradeció al gobierno de El Salvador “por el trabajo exitoso y profesional” de recibir y encarcelar a migrantes que calificó de criminales.
El mandatario aseguró que en lo corrido de su Gobierno puso fin a siete guerras, entre ellas las de Kosovo y Serbia, India y Pakistán, Israel e Irán, y Egipto y Etiopía.
“Lo hice sin ayuda de Naciones Unidas, que en ningún momento ofreció apoyo. Lo único que recibí de este organismo fue una escalera eléctrica dañada y un teleprompter que no funcionaba”, ironizó.
Trump también acusó a la ONU de “financiar la migración irregular hacia Estados Unidos”, asegurando que el organismo presupuestó 372 millones de dólares en 2024 para apoyar a más de 600 mil migrantes en su trayecto hacia el país norteamericano.
“La ONU debería detener las invasiones, no crearlas ni financiarlas”, sentenció.
Sobre la guerra en Ucrania, afirmó que “Rusia no ha logrado una victoria rápida y está pagando un alto costo en vidas”, y responsabilizó a China e India de financiar indirectamente el conflicto al continuar comprando petróleo ruso.
Además, criticó a los países de la OTAN por mantener la dependencia energética de Moscú.
En relación con Medio Oriente, rechazó el reconocimiento unilateral de un Estado palestino, al considerar que sería una “recompensa para Hamás” tras los ataques del 7 de octubre. También denunció a organizaciones criminales como el Tren de Aragua y la MS-13, a las que calificó de “enemigos de la humanidad”, y anunció el despliegue de tropas en el Caribe y Latinoamérica para enfrentar redes de narcotráfico vinculadas a Venezuela.
Trump no dejó fuera de su discurso su escepticismo frente al cambio climático, al que llamó “la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo”.
Sostuvo que las medidas impulsadas por Naciones Unidas y Europa han debilitado la industria y cerrado fábricas, sin lograr efectos reales frente al calentamiento global.
El presidente cerró su intervención presentando a Estados Unidos como “la nación más fuerte del mundo en economía, fronteras, ejército y espíritu” y acusando a la ONU de limitarse a “escribir cartas contundentes que nadie cumple”. “Las palabras vacías no resuelven la guerra”, concluyó.