El mandatario electo señaló que el respaldo recibido implica sacrificio, templanza y responsabilidad, y sostuvo que el nuevo ciclo político exige decisiones inmediatas, asimismo, indicó que parlamentarios, alcaldes y gobernadores decidirán libremente si se suman a la agenda de recuperación, mientras el Ejecutivo avanzará sin demoras en seguridad, orden público y reactivación nacional sostenida.
José Antonio Kast, candidato de los partidos Republicano y Social Cristiano, fue elegido presidente de Chile tras imponerse con el 58,2 % de los votos, equivalentes a 7.168.865 sufragios, frente al 41,8 % obtenido por la abanderada del oficialismo, Jeannette Jara, quien alcanzó 5.146.542 votos, según los resultados oficiales del escrutinio.
Tras confirmarse su victoria, Kast se dirigió al país con un primer discurso en el que agradeció el respaldo ciudadano y subrayó el carácter colectivo del mandato recibido. “Para mí es un honor, una tremenda responsabilidad, el mandato amplio que hemos recibido hoy día. Y digo hemos, porque este no es un mandato solo para mí, es un mandato para todos nosotros”, expresó, al tiempo que pidió “humildemente” sabiduría y fortaleza para estar a la altura del desafío.
El presidente electo insistió en que el resultado trasciende su figura personal y la de su colectividad política. “Este no es un triunfo de José Antonio Kast. No. No es un triunfo de un partido. Aquí ganó Chile. Ganó la esperanza de vivir sin miedo”, afirmó, destacando que su proyecto busca responder a una demanda ciudadana amplia.
En su intervención, Kast también hizo énfasis en el cumplimiento de las normas y en el rol del Estado. “En Chile tiene que quedar claro que cuando se cumplen las normas, el Estado también tiene que cumplir. No solamente los ciudadanos tienen que cumplir, también el Estado tiene que cumplir”, señaló, al referirse a uno de los ejes de su futuro gobierno.
Asimismo, anunció que su administración buscará restablecer el orden y el respeto a la ley en todo el territorio nacional. “Vamos a restablecer la ley, vamos a restablecer el respeto a la ley en todas las regiones, sin excepciones, sin privilegios políticos, administrativos ni judiciales”, aseguró, al sostener que el mandato recibido “no admite excusas” ni demoras.
Kast también se comprometió a ejercer un liderazgo incluyente. “Yo voy a ser el presidente de todos los chilenos, sin exclusión”, dijo, reconociendo que mientras algunos celebran, otros viven el resultado con tristeza o angustia. “Para enfrentar la crisis que hoy día tenemos, los necesitamos a todos”, agregó.
Finalmente, extendió un llamado a las distintas fuerzas políticas e institucionales para sumarse al proceso que ha denominado como la recuperación del país, reiterando que su gobierno trabajará “incansablemente por recuperar la tranquilidad, el orden, el crecimiento y la esperanza”, tras un proceso electoral que definió el rumbo político de Chile para los próximos cuatro años.



