EL gobierno nacional anunció una arremetida militar contra todos los miembros de esa agrupación. Desde distintos frentes de la opinión y la cosa pública cuestionan la actitud displicente del pasado reciente.
“A los tres meses se acaba el ELN (Ejército de Liberación Nacional) en Colombia lo que hace la paz”, esa frase del Gustavo Petro candidato, se le devuelve hoy como un bumerán, con una cifra lamentable de soldados muertos y heridos por cuenta del accionar terrorista de ese grupo armado al margen de la ley.
La mesa de negociación con la guerrilla del ELN, con sus soles y bemoles, era uno de los elementos que mantenía con vida el gaseoso proyecto de Paz Total, tan cacareado por el presidente y muchos de sus funcionarios. Como se sabe, al iniciar su gobierno, Petro anunció la promulgación de una ley que le permitiera entablar mesas exploratorias y de diálogos con todas las organizaciones armadas al margen de la ley que operan en el país.
Uno de los puntos fuertes de los diálogos con el ELN, estaba relacionado con la inmediata implementación de todo lo acordado tras los ciclos de negociación. Antes de que fueran suspendidas, las negociaciones estaban a punto de iniciar su sexta jornada de debate, siendo la participación ciudadana el eje central de la misma.
Contrario a la lógica común, tras la suspensión del cese al fuego hace poco menos de tres meses, el grupo guerrillero no ha mostrado voluntad de enrutar sus actos y discursos hacia los rieles de la paz: arrecieron los atentados contra oleoductos y la Fuerza Pública.
El ELN se burló de Petro
Precisamente, la mañana de este martes 17 de septiembre, se confirmó que un brazo armado del frente Domingo Laín Sáez disparó al menos una veintena de cilindros bomba contra las instalaciones del Batallón de Artillería de Campaña N°18, perteneciente a la Octava División y ubicado en el corregimiento de Puerto Jordán, entre los municipios de Tame y Arauquita.
La arremetida terrorista dejó 27 soldados heridos y dos fallecidos. Después de muchos desplantes y acciones criminales que habían sido más bien aceptadas, el gobierno dio por terminados los diálogos con el ELN.
“Esta es una acción que prácticamente cierra el proceso de paz”, dijo el presidente de la República notablemente decaído, pues, la Paz Total, uno de los pilares de su propuesta de gobierno ha quedado totalmente destruida.
¡Mitómano!
Una de las primeras en reaccionar al pronunciamiento del mandatario, fue la precandidata presidencial y líder de la oposición, María Fernanda Cabal, quien durante varios meses ha venido cuestionando que el gobierno insista en dialogar con una agrupación que solo busca el fortalecimiento militar y la protección de las rutas del narcotráfico. “A los 3 meses de ser presidente, se acaba el ELN en Colombia” ¡Mitómano!”, posteó la senadora en su cuenta en X.
José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y miembro del equipo negociador del gobierno, se solidarizó con las víctimas del atentado y sus familias.
“Son innumerables los soldados y policías que han ofrendado su vida para garantizarnos la libertad. La sociedad no ha retribuido como se lo merecen a estos héroes de la Patria. Que ésta sea una oportunidad para que nuestra solidaridad con las familias de las víctimas y sus compañeros de infortunio sirva para reflexionar sobre cómo debemos proteger a nuestra Fuerza Pública”, trinó el dirigente gremial.
Por su parte, Andrés Forero, representante a la Cámara por el Partido Centro Democrático criticó que, mientras muchas familias colombianas piensan con terror en sus hijos policías y soldados, el presidente insiste en presionar al Congreso y las Altas Cortes con movilizaciones.
“Mientras el país está de luto por el cobarde atentado terrorista del ELN que dejó 3 militares muertos y más de 20 heridos @petrogustavo anda convocando marchas para intimidar a la @CConstitucional y al CNE”, comentó forero en X.
Finalmente, tras el anuncio del cierre de la mesa, el gobierno nacional anunció la arremetida militar contra esa organización en todo el territorio nacional, medida que según gran parte de la opinión pública debió tomarse hace mucho tiempo.
