Varias de las personas que acompañaron al exsenador terminaron ubicados laboralmente en la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca y el Ministerio de Agricultura.
Después de su salida del Senado de la República, Gustavo Bolívar ha dado mucho de qué hablar y no precisamente por la lucidez de sus comentarios o aportes para transformar la realidad nacional, sino todo lo contrario: está envuelto en asuntos bastante censurables y que dejan en evidencia el tráfico de influencias para favorecer a ciertas personas.
Hace poco menos de dos meses su nombre apareció en un escándalo de marca mayor por expedir certificados de experiencia, presumiblemente falsos a Christian Guzmán, para poder hacer parte de la Unidad de Trabajo Legislativo de la representante a la Cámara por Antioquia Susana Boreal y ostentar un salario mayor al que le correspondía de acuerdo a los reglamentos de ese cuerpo colegiado.
Guzmán resultó ser, según la denuncia de varias personas, la pareja sentimental de la congresista, por estos hechos bastante censurables, la Procuraduría abrió una indagación contra Susana Boreal. Hoy, Gustavo Bolívar vuelve a estar en la palestra pública por cuenta de sus varias reuniones con el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) que habrían derivado en la ubicación laboral de algunas de sus fichas en esa entidad.
Según el abogado Daniel Briceño, más de la mitad de los asesores de Bolívar mientras estuvo en el Senado fueron vinculados laboralmente a la entidad de gestión ambiental luego de que éste renunciara a su curul para dedicarse a viajar por el Mundo, como se ha visto en sus redes sociales.
“De forma coincidente 3 de los 5 asistentes de UTL que tenía Gustavo Bolívar como senador antes de su renuncia, terminaron con contratos en la CAR de Cundinamarca. ¿Será que todos se presentaron a la misma “convocatoria pública”?”, trinó el jurista.
Los primeros dos personajes fueron ubicados en la Oficina de Comunicaciones de la CAR con un contrato igual en términos de salario. “Javier Alberto Barbosa Sánchez quien se desempeñaba como Asesor Senatorial III de Gustavo Bolívar e inició su contrato el pasado 20 de febrero en la oficina de comunicaciones de la CAR Cundinamarca. Por otra parte, Cristian Eduardo Rodríguez Morales, quien ostentaba el cargo de asesor senatorial II también de forma coincidente ingresó a trabajar en la misma oficina de comunicaciones de la CAR: Contrato total por $50.400.000, idéntico al de su compañero”, detalló Briceño.
Otra de las personas que laboró con Gustavo Bolívar en el Senado y que pasó directamente a la CAR es Daira Vanessa Leal, quien de acuerdo con Briceño ostentaba el cargo de “Asistente senatorial III”, ahora funge como sustanciadora de expedientes ambientales en la Corporación, con un contrato por valor de $71.694.000.
Briceño menciona que Susan Pérez Barajas, quien también hizo parte de la UTL de Bolívar, figura hoy como contratista en el Ministerio de Agricultura, llevando a cabo actividades relacionadas con la implementación e impulso en plataformas digitales.
Finalmente, asegura que la citada contratista ha sido nombrada por varios periodistas en reportajes sobre ataques en redes sociales a personajes incómodos para el gobierno de turno.
“Recordemos que la señora Susan Pérez Barajas fue señalada por el periodista @yohirakerman de ser una se las personas que manejan bodegas y cuentas falsas del petrismo”, puntualizó Daniel Briceño.
