Durante las últimas horas se confirmaron cinco pulsos eruptivos y un aumento térmico en el cráter, señales que mantienen la alerta Naranja. La entidad advierte que, pese a fluctuaciones temporales, el sistema no muestra tendencias sostenidas hacia la estabilidad.
La actividad del volcán Puracé volvió a intensificarse durante las últimas horas, en un escenario que mantiene bajo observación a las autoridades científicas del país. El Servicio Geológico Colombiano (SGC) informó que, desde el boletín extraordinario emitido el día anterior, el sistema volcánico continúa registrando sismos asociados al movimiento de fluidos, acompañados por pulsos de tremor y episodios de vibración continua bajo el cráter, lo que evidencia un transporte sostenido de gases hacia la superficie.
De manera paralela, el monitoreo detectó señales de fracturamiento de roca a poca profundidad, ubicadas en un rango inferior a los 3 kilómetros y dentro de un radio cercano al cráter. Aunque estos eventos fueron de baja magnitud, su presencia confirma que el edificio volcánico sigue sometido a tensiones internas. En varios casos, estas señales coincidieron con emisiones de ceniza. La más destacada se registró a las 6:01 a.m. y elevó una columna de aproximadamente 1.000 metros, con dispersión hacia el suroriente.
En total, cinco emisiones fueron confirmadas por el SGC, lo que llevó a emitir avisos a la Aeronáutica Civil por la posible afectación a rutas aéreas. A esto se suman los altos valores de dióxido de azufre detectados mediante sensores satelitales, con desplazamiento hacia el nororiente en un rango de hasta 250 kilómetros. En la vereda Chapío, habitantes reportaron olores intensos, una señal indirecta del incremento en la liberación de gases.
El análisis de las cámaras térmicas también muestra un aumento de temperatura en el cráter, posiblemente asociado a la salida de gases calientes desde el interior del sistema. Aunque la actividad puede reducirse temporalmente, el SGC advirtió que estas pausas no significan estabilidad o retorno a alerta Amarilla, condición que solo puede evaluarse tras periodos prolongados con tendencias descendentes en todos los parámetros.
Por ahora, la entidad recomendó evitar la aproximación al cráter y mantenerse atentos a los reportes oficiales y a las indicaciones de las autoridades de gestión del riesgo.
