En la intervención durante un debate de control político al titular de la cartera de Defensa, la congresista del Centro Democrático puso en evidencia las graves problemáticas de seguridad, corrupción y manejo de recursos en diversas regiones de Colombia.
En un debate de control político al ministro de Defensa, Iván Velásquez, la senadora María Fernanda Cabal arremetió contra el Gobierno nacional por lo que calificó como una crisis profunda de seguridad en Colombia.
Con palabras contundentes, Cabal cuestionó la eficacia de las políticas gubernamentales frente al narcotráfico y la violencia armada.
«Me pregunto si este es el gobierno potencia mundial de la vida o potencia mundial de la coca y de la muerte”, indicó la congresista.
Durante su intervención, la senadora mostró un video que ilustraba un ataque reciente en Caloto, Cauca, donde comunidades locales fueron afectadas por actos violentos perpetrados por grupos ilegales.
«Esta asonada es recurrente, porque se sabe que el control territorial es de los grupos ilegales y que cuando entra la Fuerza Pública hay que sacarla. Sacarla a bala, a cuchillo y a machete… Así un país jamás sale adelante”, dijo la dirigente política.
Cabal denunció la recurrente falta de control territorial del Estado, señalando que las comunidades se ven obligadas a vivir bajo la amenaza constante de estos grupos armados. Además, criticó la reducción del pie de fuerza de la policía y el respaldo insuficiente hacia los soldados y policías que combaten en terreno.
«¿Con qué moral pelean los soldados y policías de Colombia cuando además hay toda una artillería jurídica detrás de ONG delincuentes con la excusa de los derechos humanos?», señaló.
Otro punto álgido de su intervención fue la situación de los campesinos y comunidades indígenas, quienes, según Cabal, enfrentan coerción para cultivar coca y vivir en la ilegalidad en lugar de poder desarrollar actividades agrícolas legítimas. También criticó la gestión de recursos y tierras en el Cauca, señalando la falta de transparencia en el manejo de ingentes sumas de dinero destinadas a comunidades indígenas.
«Reciben ingentes sumas del Estado colombiano, tienen más de un millón de hectáreas y les sigue faltando. No lo puede negar, usaron todos los mecanismos de autonomía indígena y de consulta previa para hacer lo que se les ha dado la gana”, puntualizó.
