Estimaciones basadas en el número de personas o la población desplazada, indican que se han dejado de consumir un grueso componente de carne y leche por un valor equivalente a los $1977 millones ($1232 millones en leche y $745 millones en carne) o en su defecto se han desplazado a las regiones aledañas, principalmente a Cúcuta pero con el menor poder adquisitivo es posible que este equivalente no sea consumido en su totalidad.
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En la región del Catatumbo el problema de orden público, atribuido al enfrentamiento entre los grupos al margen de la ley, lleva algo más de 20 días y ha obligado al desplazamiento 50.000 personas, lo que, a su vez, se estima que ha generado un impacto en el consumo de alimentos como la carne y la leche en el primer caso de cerca de 47 toneladas y, en el segundo, de 410.000 litros de leche.
Los citados cálculos se basan en el número de personas que han tenido que abandonar sus hogares de manera involuntaria en esta región del territorio colombiano.
En el caso de la carne obedece a la siguiente estimación: el consumo diario por persona es de 47 gramos y el conflicto armado lleva 20 días, a su vez, el número de desplazados ha sido de 50.000 personas, estas 3 cifras multiplicadas, arroja un resultado de 47 toneladas que en pesos podría ser equivalente a $745 millones.
En el mismo sentido sucede al calcular lo que se ha dejado de consumir en leche; diariamente un colombiano consume 411 mililitros y, en la misma proporción, se evidencia que el desplazamiento hizo que en la zona del Catatumbo se dejaran de consumir 410.000 litros de leche, esto en dinero es un valor de $1232 millones aproximadamente.
Los cálculos indican que las 50.000 personas que partieron obligadas de la región del Catatumbo, dejaron de consumir en dicha zona algo más de $1977 millones en sub productos procedentes del ganado bovino como son la carne y la leche.
“Es probable que ese consumo se haya traslado asimismo a los ligares de destino de las familias que se desplazaron contra su voluntad, principalmente a la ciudad de Cúcuta”, manifestó Óscar Cubillos, economista y jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG.
Para este economista el consumo se pudo haber trasladado a otras regiones, pero el poder adquisitivo de las personas que salieron del Catatumbo cayó. “Esta circunstancia impide que se recupere ese consumo en otras regiones del país. Lo que indica evidentemente que esas 50.000 personas, van a tener una caída del 80 % o del 90 % en su consumo de carne y de leche, con respecto a lo que estaban acostumbrados a comer”, advirtió.
Afectará economía regional
“Algunos comercializadores y productores en Santander del Sur, no han detectado afectación alguna en la producción y el consumo pero observan el continuo desplazamiento a las poblaciones vecinales”, manifestó Jorge Suárez Mota, presidente de la Federación de Ganaderos de Santander y sus zonas de influencia, Fedegasan.
Según el dirigente, las poblaciones vecinales como Ocaña, Río de Oro y San Calixto en Norte de Santander han generado desplazamiento forzoso alterando y consumiendo servicios públicos y el normal vivir de las poblaciones afectadas.
Esta es una grave situación que terminará afectando la economía regional. Lo más crítico es la inseguridad creciente, la extorsión, el secuestro, el robo de herramientas y utensilios de trabajo, el carneo de semovientes en los campos, veredas pueblos y ciudades de nuestro entorno regional.
“Si no se logra controlar el Catatumbo, Colombia toda será seriamente afectada”, replicó.
Compras inusuales
Por su parte, Andrés Ignacio Hoyos Arenas, miembro de la junta directiva de Fedegán por el departamento del Norte de Santander, manifestó que la cadena productiva expresó normalidad en sus jornadas cotidianas. “Así lo hicieron saber las pasteurizadoras, las plantas de sacrificio y Cenabastos”, agregó.
Destacó que aparte de algunas compras inusuales de las alcaldías y de la gobernación, para atender los requerimientos de los desplazados que actualmente se encuentran hospedados en el estadio General Santander de Cúcuta, en Ocaña y en Tibú, lo demás ha transcurrido en calma.
“Aun así, registraron algunos inconvenientes para la entrega de la leche desde los municipios afectados, situación que la resuelven cuajándola”, concluyó.