Así lo manifestó el exministro de Salud al cuestionar las propuestas que hacen parte de la reforma, que solo afectará a los ciudadanos y que hoy acusa a los médicos de ser responsables del déficit fiscal.
Como desafortunadas y erradas calificó el exministro de Salud, Fernando Ruiz, las declaraciones de la actual ministra Carolina Corcho, sobre la reforma a la salud que promueve el Gobierno de Gustavo Petro.
Según Ruiz, con la reforma, los médicos perderán la libertad de formular el mejor tratamiento para sus pacientes y estarán supeditados a juntas médicas controladas desde el sistema público. Sin duda una idea que acabaría con la autonomía de los galenos.
“Cada prestador de servicios va a tener una junta autorreguladora de médicos, donde los médicos vamos a vigilar a los demás médicos. El problema fiscal de este sistema no son los alcaldes ni los gobernadores, son los médicos, porque el médico puede disparar el gasto publico si manda de todo, el médico induce la demanda en el nivel primario… «, fueron las polémicas declaraciones de Carolina Corcho en un evento hace algunos días y el exministro Ruiz recordó esas palabras en su columna en SEMANA.
Ante esta premisa, el exministro de Salud manifestó su rechazo e indicó que es inaudito que el problema fiscal sea atribuido a los médicos, quienes en pandemia fueron los héroes del país. Un total de 371 trabajadores de la salud perdieron la batalla contra la covid-19 sumados a los 132.000 que lo dieron todo en extenuantes jornadas para atender a miles de colombianos.
“No es posible que la memoria sea tan corta y tan notorio el silencio del alto Gobierno después de esas declaraciones… Lavarse las manos acusando a los médicos refleja la verdadera extensión de la reforma propuesta y evade la mea culpa del pasado. Ahora quieren retroceder a la brava el esquema garantista para limitar la demanda de servicios”.
De acuerdo con Fernando Ruiz, se pretende montar 2500 centros de atención primaria y operarlos, expandir ineficientes hospitales públicos para volverlos puerta de entrada a las urgencias y consultas prioritarias e hinchar la Adres para reemplazar las funciones de revisión de cuentas médicas que hacen las EPS.
“Con la demanda creciente e imparable de servicios, el tarifario único propuesto inevitablemente se transformará en el mecanismo gubernamental para el control de los precios. De lo cual no parecen haberse dado cuenta las clínicas privadas, que serán ahogadas hasta su marchitamiento”, señaló.
Sin contar la enorme cantidad de tutelas contra las juntas de remisión de los Centros de Atención Primaria en espera de autorizaciones.
“Sí, las autorizaciones, para hacerse consultas con sub especialistas, cirugías, las quimioterapias, radioterapias, tratamientos para crónicos y medicamentos para enfermedades huérfanas”.
Finalmente, Ruiz ante este desalentador panorama que es la bandera de la actual ministra de Salud, comentó: “estamos ante un brusco despertar a la realidad de una reforma inviable, mal concebida y peor tramitada”.