La semana pasada el congresista Álex Flórez Hernández fue suspendido por insultar y calumniar a tres policías después de llegar en alto estado de embriaguez a un hotel en Cartagena. Ahora, la Procuraduría formuló pliego de cargos al senador Wilson Neber Arias Castillo por tildar de torturadores a varios uniformados en Cali. Duros con la Fuerza Pública y blanditos con la guerrilla.
Una mala racha está atravesando el Pacto Histórico por cuenta de dos de sus congresistas que se han visto envueltos en escándalos disciplinarios en los que la Procuraduría General de la Nación ha tenido que intervenir.
En ambas situaciones, los políticos de la coalición de gobierno han atentado contra el buen nombre de la Policía Nacional, lo que ha dado a entender que hay un cierto rechazo hacia la institucionalidad.
Cargos por calumnia
El más reciente caso fue el del senador Wilson Neber Arias Castillo a quien el ente de control le formuló pliego de cargos porque, al parecer, responsabilizó a un grupo de policías de haber torturado a algunos jóvenes durante un operativo en medio del paro nacional, en abril de 2021, en la ciudad de Cali.
En el momento de los hechos el congresista del Pacto Histórico grabó la persecución que hizo desde su carro a una patrulla de la Policía en la que llevaban a unos detenidos durante los disturbios.
Según dijo Arias Castillo, los uniformados estaban torturando y golpeando a los “compañeros”, refiriéndose a los manifestantes que anteriormente habían insultado a los policías y bloqueado de una vía en el sector de Sameco, capital valluna.
La Sala Disciplinaria de Instrucción indicó que el congresista habría proferido expresiones calumniosas contra el comandante de escuadra disponible, un intendente y dos patrulleros en las acciones adelantadas el pasado 30 de abril de 2021, durante el desplazamiento de un grupo de personas que había sido llevado a un centro de traslado por protección.
Para el organismo de control, al parecer Arias Castillo pudo proferir expresiones que iban en contra del buen nombre y la intimidad de los miembros de la institución castrense, lo que afectó su reputación y estaba en contravía de su deber como servidor público el deslegitimar a funcionarios que hacen parte del Estado.
La entidad reprochó al investigado la posible infracción al principio de moralidad al atribuir a los policías el delito de tortura, circunstancia en la que no participaron, lo que constituyó un comportamiento provisto de ilicitud sustancial, sin que aparentemente exista justificación alguna para que investido de su dignidad hubiera procedido de la manera en la que lo hizo.
Por el contexto de los hechos y la aparente reiteración de las acusaciones hechas por el senador, opuestas a lo expuesto en el ordenamiento jurídico, prohibiciones de las que tenía pleno conocimiento, la Procuraduría calificó de manera provisional la presunta conducta como falta grave a título de dolo.
Suspendido e inhabilitado
Entre tanto, la semana pasada la Procuraduría General de la Nación
sancionó con suspensión e inhabilidad especial durante ocho meses al senador Álex Flórez Hernández, al hallarlo disciplinariamente responsable por referirse en términos calumniosos contra tres agentes de la Policía, a quienes llamó “asesinos”, durante hechos ocurridos en la madrugada del 2 de septiembre de 2022 en las instalaciones de un hotel, en Cartagena.
En fallo de primera instancia, la Sala Disciplinaria de Juzgamiento de Servidores Públicos de Elección Popular señaló que en el proceso se llegó a la certeza de que el congresista arremetió con expresiones calumniosas contra los uniformados, quienes se presentaron al lugar para poner orden luego de que Flórez Hernández se exaltara porque no autorizaron el ingreso a su habitación de una persona que no portaba su documento de identidad.
Para el órgano de control es claro que durante el episodio el disciplinado estaba en alto grado de alicoramiento, actuando cada vez más exaltado y perturbando la tranquilidad de los huéspedes y empleados.
En su decisión, la Procuraduría sostuvo que las grabaciones obtenidas y las declaraciones recaudadas en el proceso son demostrativas de las constantes ofensas, el trato ignominioso, humillante y las calumnias lanzadas directamente contra los miembros de la fuerza pública que se presentaron en el hotel para poner orden.
Para el Ministerio Público “no le era dable a Álex Flórez, como senador de la República, realizar la conducta reprochada y atentar contra los derechos que constitucionalmente se le ha encargado proteger, en particular de los policiales inmersos en la situación cuestionada, como tampoco desconocer que uno de los principios fundantes del Estado Social de Derecho es precisamente el respeto de la dignidad humana de quienes representa”.
Respecto a la posible inimputabilidad argumentada por la defensa, el Ministerio Público indicó que las expresiones y acciones inmediatamente posteriores a la comisión de los hechos permitieron advertir la conciencia del investigado al momento de la agresión, lo que llevó a la conclusión, en grado de certeza, “que el procesado estaba en capacidad para comprender la ilicitud de su comportamiento y para determinarse de acuerdo con dicha comprensión”.
Por esos hechos, la Procuraduría calificó su conducta como una falta grave cometida a título de dolo.