La gestión del presidente Gustavo Petro sigue siendo objeto de considerable desaprobación entre los colombianos, las encuestas lo confirman.
La reforma pensional y la arbitraria medida de suspender las exportaciones de carbón a Israel han sido determinantes para que la imagen favorable del presidente Gustavo Petro siga cayendo. De acuerdo con el más reciente Opinómetro realizado por Datexco para W Radio, el 65 % de los colombianos consultados no aprueba la manera en la que Petro está manejando al país.
La encuesta también deja ver la inconformidad de la ciudadanía ante la reforma pensional; desde su anuncio el tema suscitó un amplio debate en la sociedad debido a sus potenciales impactos en el sistema de pensiones actual.
Muchos ciudadanos expresan preocupaciones sobre la posible reducción de sus beneficios futuros, el aumento de la edad de jubilación y la falta de garantías para quienes están próximos a pensionarse. Además, los colombianos han criticado la falta de transparencia en el proceso de elaboración de la reforma y se cuestiona si realmente beneficia a los trabajadores.
Todo ese descontento se vio reflejado en ese Opinómetro que arrojó que el 48 % de los consultados no aprueba ese proyecto del gobierno nacional.
Asimismo, la decisión de suspender las exportaciones de carbón a Israel despertó la molestia de los colombianos que consideran que esta obedece a las posturas políticas radicales del presidente Gustavo Petro y no considera el impacto económico directo en las finanzas del país y en la calidad de vida de miles de trabajadores y sus familias que dependen de esta industria para su sustento.
Al ser consultados sobre si están de acuerdo o en desacuerdo con frenar la venta de carbón al país judío, el 54 % respondió que definitivamente no aprueban esta medida.
Desde que Petro hizo este anuncio se generó un intenso debate sobre las implicaciones políticas y diplomáticas de esta acción, así como sobre la transparencia y justificación de la misma por parte del gobierno.
Los sectores afectados han expresado su descontento por la falta de alternativas claras y efectivas para mitigar las consecuencias económicas adversas que podrían surgir de esta suspensión.