“Los quemaron vivos por destruir un laboratorio de coca”: brutal ataque a militares en Putumayo enciende debate nacional y reacciones políticas. Las propuestas de María Fernanda Cabal suenan como las soluciones que se deben aplicar para este flagelo nacional.
Un episodio de extrema violencia sacudió al país esta semana: tres militares del Ejército Nacional, el subteniente Miguel Ángel Mejía y los soldados profesionales Daniel Fierro Rubiano y Sebastián Díaz Amaya fueron rociados con gasolina y prendidos en fuego por presuntos milicianos narcotraficantes en la vereda Siloé, municipio de Villa Garzón, Putumayo.
Según las autoridades, el ataque ocurrió tras la destrucción de un laboratorio de procesamiento de pasta base de coca por parte de tropas de la Brigada de Selva 27 y el Batallón de Infantería de Selva 25.
El brigadier general Yor William Cotua Muñoz, comandante de la Brigada 27, confirmó que el ataque fue perpetrado por dos personas directamente involucradas en el procesamiento de drogas, a quienes luego se sumaron al menos 15 más en una “asonada” contra los uniformados.
“En esa zona hay injerencia de la estructura 48 Comandos de Frontera”, señaló el alto oficial, refiriéndose a una disidencia de las antiguas FARC aún activa en la región.
La voz de una madre: perdón en medio del dolor
Yolanda Amaya, madre del soldado Sebastián Díaz, habló desde Tello, Huila, con la voz quebrada pero el espíritu firme: «Quien les hizo eso a mis hijos no tiene corazón. Ellos están allá prestando un servicio, trabajando por la paz».
A pesar del horror, se sorprendió con un gesto de humanidad: “Los perdono de corazón, porque hay una justicia divina que tarde o temprano llega”.
En el Hospital Militar Central de Bogotá, el subteniente Mejía permanece en cuidados intensivos, en estado crítico y con pronóstico reservado. Los soldados Fierro y Díaz, aunque con quemaduras severas, presentan evolución satisfactoria y están estables en piso.
María Fernanda Cabal: “yo acabaría con la coca de raíz, sin temor ni culpas”
Tras el hecho la precandidata María Fernanda Cabal En medio del clamor nacional, muchos expertos retomaron las palabras de la senadora y aspirante a la presidencia dadas en una entrevista ofrecida a un reconocido medio, unos meses atrás donde no solo condenó la siembra de coca, sino que lanzó una propuesta radical frente al narcotráfico:
«Volver a fumigar, aquí la izquierda globalista patrocinando una cantidad de ONG como es el psicópata George Soros, creó en el imaginario que el glifosato daba cáncer, el glifosato se usa en todos los cultivos, el del café el de la caña y en todos los cultivos, uno, dos, hoy se puede hacer fumigación con drones”. Pero esto es el resultado de una política de Estado», manifestó en la entrevista. Cabal, conocida por su línea dura en seguridad y defensa, añadió:
«El tema de la coca se está usando para fortalecer grupos criminales con la excusa de que no se puede cultivar otra cosa y este gobierno con esos decretos que proyecta de extinción de dominio no le extingue a los cultivadores de coca le extingue a la gente buena” Mientras el Gobierno sigue hablando de ‘enfoque diferencial’ y ‘comunidades’, los narcos queman a quienes están cumpliendo con su deber”.
Putumayo, históricamente epicentro del conflicto armado y el narcotráfico, sigue siendo un territorio disputado por disidencias, y grupos dedicados al narcotráfico
Mientras los tres militares luchan por sus vidas en Bogotá, el país se enfrenta a un dilema moral y político: ¿cómo responder a la barbarie? ¿Cómo proteger a la fuerza pública?
Una cosa es clara: quemar a un soldado vivo no es protesta, es terrorismo. Y contra eso la sociedad entera sin importar ideologías debe alzar la voz.