El profesor Miguel Ángel Beltrán, de la Universidad Nacional de Colombia, y su familia fueron retenidos este 29 de junio en el aeropuerto de Belgrado. Las autoridades serbias le impidieron la entrada bajo el argumento de que “no es apto” y lo mantienen en un calabozo migratorio con su esposa y sus hijos menores.
El profesor Miguel Ángel Beltrán, docente de la Universidad Nacional de Colombia, y su esposa, Natalia Carusso, de la Universidad Pedagógica Nacional, fueron retenidos este do en el aeropuerto de Belgrado tras intentar ingresar a Serbia para participar en el 58.º Congreso Internacional de Americanistas (ICA), que se celebrará entre el 30 de junio y el 4 de julio en la Universidad de Novi Sad.
Según relataron en entrevista con Caracol Radio, a la que Beltrán tuvo acceso desde el centro de detención, se les negó el ingreso bajo el cuestionable argumento de que “no es apto”. Además, se les comunicó que habían sido catalogados como “terroristas” y que existía un riesgo para los ciudadanos serbios.
Tras el rechazo migratorio, las autoridades serbias trasladaron a Beltrán, Carusso y sus dos hijos, Inti y Kenai, a un recinto migratorio similar a una celda, donde permanecerán unas 12 horas hasta abordar un vuelo de deportación a Lisboa.
Beltrán se declaró sorprendido: “No hay razones legales. Fui absuelto por la Corte Suprema de Justicia en Colombia, no tengo ninguna causa pendiente”, recordó, al evocar el juicio de hace más de 16 años bajo el Gobierno de Álvaro Uribe, donde fue acusado de vínculos con las FARC, y finalmente absuelto por falta de pruebas legales.
El académico atribuye su detención a fichas migratorias creadas por su actividad política y pensamiento crítico. “Esto es una consecuencia del señalamiento que se hace a quienes hemos ejercido el pensamiento crítico”, denunció ante Caracol Radio.
La Asociación Latinoamericana de Sociología se pronunció, instando a las autoridades serbias a respetar la dignidad y los derechos del profesor y sus hijos, y pidió la intervención inmediata de la Cancillería colombiana y organismos internacionales de derechos humanos.
Desde la Universidad Nacional de Colombia se exigió a la Cancillería que actúe sin demora para garantizar la libre movilidad de sus académicos y que se investigue la sistematicidad de estas prácticas en aeropuertos europeos.