El mandatario aseguró que el esquema de seguridad del senador no operaba con el personal completo y reveló seguimientos a su hijo menor de edad. El caso está en investigación.
Tras el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el sábado 7 de junio, el presidente Gustavo Petro declaró que la Policía Nacional estaría infiltrada. Según el mandatario, esa sería la única explicación posible para las fallas en el esquema de seguridad que protegía al congresista del Centro Democrático, quien permanece en estado delicado.
Petro explicó que el esquema asignado a Uribe Turbay debía estar compuesto por siete agentes, pero en el momento del ataque solo tres estaban presentes. “He averiguado quién tomaba las decisiones del esquema de seguridad, si era la UNP o la Policía. Lo que se ha dicho hasta ahora es que estaba bajo conducción de la Policía. La oposición desconfía del gobierno, pero la Policía está fuertemente infiltrada”, afirmó.
El presidente también reveló que el hijo menor del senador habría sido objeto de seguimientos, incluso en su colegio. Este hecho está siendo investigado para determinar quiénes estarían detrás del perfilamiento al menor. “Sé que el hijo de Miguel Uribe tenía seguimientos del colegio. Todo esto es muy difícil, pero debemos tener cabeza fría”, declaró.
El mandatario vinculó estas irregularidades con la existencia de una supuesta “junta del narcotráfico” que operaría en Bogotá. Según indicó, en dichas reuniones participaría un funcionario del Estado, cuyo nombre aún no ha sido establecido. “En las reuniones de la junta del narcotráfico en Bogotá va un funcionario del Estado cuyo nombre tenemos que establecer”, puntualizó.