La capital del departamento del Magdalena ha experimentado un progresivo deterioro del orden público por cuenta de la guerra territorial que libras las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada y el Clan del Golfo.
A través de sus redes sociales, la Policía Nacional de Colombia informó la destrucción de 180 armas traumáticas en Santa Marta como parte de una estrategia integral para combatir el crimen y fortalecer la seguridad pública en esta importante ciudad caribeña.
Las armas fueron incautadas durante diversas operaciones policiales y eliminadas en coordinación con autoridades locales. El objetivo es reducir la disponibilidad de herramientas utilizadas para intimidación y actividades delictivas que han proliferado en los últimos meses.
Esta medida cobra especial relevancia ante el incremento de delitos como robos y homicidios que afectan tanto a residentes como a turistas. Santa Marta, reconocida por sus playas y patrimonio histórico, enfrenta desafíos que amenazan su reputación como destino seguro.
Los problemas incluyen extorsión y tráfico de drogas, crímenes de alto impacto que han generado alarma en diferentes sectores. Las armas traumáticas, aunque no letales, son frecuentemente empleadas en asaltos e intimidaciones callejeras.
Estos operativos se enmarcan en una estrategia más amplia para abordar los factores que contribuyen a la violencia urbana. Las autoridades buscan crear un entorno más seguro que permita el desarrollo económico y social sostenible.
Finalmente, es importante destacar que, para Santa Marta, mantener niveles adecuados de seguridad resulta crucial dado su perfil turístico. En ese sentido, analistas son enfáticos en que, tanto visitantes y como empresarios de la industria hotelera requieren garantías de tranquilidad para sostener uno de los motores económicos más importantes de la región.