En su última intervención ante la Asamblea General de la ONU, el presidente defendió que su política “antinarcotraficante” ha logrado cifras récord de incautaciones y extradiciones. También pidió activar Uniting for Peace para frenar el “genocidio” en Gaza y planteó un plan de descarbonización global. Sus palabras confrontan directamente a Washington, principal socio económico y de seguridad de Colombia.
El presidente Gustavo Petro cerró su ciclo en Naciones Unidas con un discurso de tono confrontativo. En el recinto denunció que “misiles sobre 17 jóvenes desarmados en las aguas del mar Caribe, quizás algunos colombianos”, fueron lanzados por orden de Estados Unidos. En consecuencia, sugirió que “debe abrirse proceso penal contra esos funcionarios (…) así se incluya al presidente Trump que permitió los disparos de los misiles contra los jóvenes que simplemente querían escapar de la pobreza”.
Desde el atril y con un auditorio prácticamente vacío, el mandatario contrastó esas acciones con la política de su gobierno en materia de drogas, recordando que en 2023 y 2024 Colombia alcanzó cifras récord de incautaciones y extradiciones. “Fueron los años donde más cocaína se incautó y más de 700 capos del narcotráfico fueron extraditados a Estados Unidos y Europa. Los extradité yo y la cocaína la incautó mi Gobierno. Y no tiramos un solo misil ni asesinamos ningún joven”, afirmó.
La crítica se extendió al carácter estructural de la cooperación en seguridad. “La política antidrogas no es para detener la cocaína que llega a los Estados Unidos. La política antidrogas es para dominar los pueblos del sur en general. No mira la droga, mira el poder y la dominación”, declaró, aludiendo a la descertificación anunciada por Washington pese a los resultados que su administración exhibe en incautaciones y sustitución de cultivos.
Otro de los puntos relevantes de su discurso, fue el tramo dedicado al conflicto en Gaza. Desde la perspectiva del mandatario colombiano, el papel de su homólogo estadounidense debe mirarse en detalle, pues, podría estar al límite de lo permitido por el Derecho Internacional.
“Trump no sólo deja que caigan misiles contra los jóvenes en el Caribe (…) permite que lancen misiles contra niños, jóvenes, mujeres y viejos en Gaza, se hace cómplice del genocidio, porque es genocidio y hay que gritarlo una y otra vez”, afirmó. A partir de ese diagnóstico, propuso que la ONU active Uniting for Peace para conformar una fuerza internacional capaz de proteger a la población civil.
En materia climática, el jefe de Estado planteó una agenda ambiciosa poniendo como eje la región, que según su sentir viene siendo ‘abusada’ por las potencias dominantes. “América Latina, si desarrolla su potencial de energía limpia, podrá limpiar toda la matriz de energía fósil de los Estados Unidos. Oigan eso, sólo falta el dinero y se produciría el mayor aporte a la superación de la crisis climática”, señaló, insistiendo en que la inversión necesaria asciende a 600.000 millones de dólares.
Finalmente, varios analistas coinciden en que el discurso, con cuatro ejes —Caribe, drogas, Gaza y clima—, estaba orientado a reforzar la imagen de Petro como ‘voz crítica en escenarios multilaterales’ de cara a las elecciones de 2026, dejando a Colombia en un dilema estratégico: sostener la denuncia ética sin descuidar la relación con su principal socio económico y de seguridad.