La reciente masacre cometida por el ELN en el Catatumbo y la situación de violencia extrema que afecta a esa región llevaron al presidente Gustavo Petro a tomar la decisión que José Félix Lafaurie había venido planteando desde hace varios meses: suspender los diálogos con esa guerrilla.
El presidente Gustavo Petro admitió lo que José Félix Lafaurie Rivera, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), venía denunciando desde hace tiempo: el ELN no tiene voluntad de paz ya que ha seguido perpetrando crímenes de guerra, incluso mientras se desarrollaba el proceso de negociación con el gobierno. El mandatario señaló que el reciente asesinato de varios desmovilizados de las FARC en el Catatumbo, a manos del ELN, y la situación de violencia extremaque vive esa región son una clara transgresión a las leyes internacionales y a los principios básicos de los diálogos de paz.
“Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de dialogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, sostuvo Petro.
Estas declaraciones no solo resuenan en el ámbito político, sino que también le dan la razón a Lafaurie Rivera, quien, siendo integrante del equipo negociador, ha sido uno de los críticos más enfáticos de este proceso de paz.
“Hasta que no haya una prueba inequívoca, me parece que no tiene sentido sentarse con un grupo que sigue cometiendo todo tipo de crímenes, incluso de lesa humanidad y que afectan los derechos internacionales humanitarios. Debe existir un alto en el camino, esperando que haya esa muestra inequívoca, mientras tanto no me muevo”, afirmó el dirigente ganadero hace un par de días en una entrevista para La Patria de Manizales.
El presidente de Fedegán ha venido sosteniendo que el ELN sigue perpetrando actos violentos y terroristas, lo que pone en evidencia la falta de compromiso real por parte de esta guerrilla para alcanzar la paz. Según el líder gremial, los diálogos con un grupo que no cesa en su accionar criminal son una farsa y una traición a los ciudadanos que anhelan una verdadera solución al conflicto armado.
“La paz tiene que ser un tema que se aborde con mucha seriedad y respeto, sobre todo para la sociedad colombiana que ha sido generosa con estos actores, y no puede ser que un actor armado, que ha intentado siete negociaciones con siete gobiernos diferentes, juegue no solo con el Gobierno sino con las expectativas que tiene una sociedad, cansada de tantos hechos fluctuosos”.
Lafaurie ha recalcado que el ELN, lejos de mostrar voluntad de paz, está violando los acuerdos previos al continuar con sus ataques. Aseguró que, bajo estas condiciones, no es posible avanzar en un proceso que se pretende de reconciliación, si la otra parte sigue cometiendo actos violentos. Las recientes acciones violentas del ELN en el Catatumbo, una zona históricamente afectada por el conflicto armado, han sido descritas como crímenes de guerra, lo que pone en evidencia la gravedad de la situación y las implicaciones que tiene el comportamiento de este grupo para el futuro de las negociaciones.
“Si el ELN no muestra señales claras de cese de hostilidades, los diálogos deben ser suspendidos”, enfatizaba Lafaurie, reiterando así su postura sobre la necesidad de una paz auténtica y sin condiciones de violencia. Para él, el gobierno de Petro no podía seguir cediendo ante un grupo que, a su juicio, usaba las conversaciones como una táctica para reorganizarse y mantener su poderío militar y económico.
De esta manera, las palabras del presidente Petro sobre la suspensión del proceso de paz con el ELN avalan las críticas de Lafaurie y otros sectores que consideran que los diálogos de paz con este grupo guerrillero solo han servido para prolongar el sufrimiento de las comunidades más vulnerables.
“Yo le he pido al gobierno recoger esos diálogos, hasta no saber exactamente qué es lo que se propone el Ejército de Liberación Nacional (…). Creo que es un momento clave para hacer un alto en el camino y poder analizar con mucho más detenimiento, cuáles son las circunstancias y cuál es el horizonte que ellos ven en estos diálogos de paz, lo otro es permitirles a ellos mantener control territorial en muchas áreas para proteger rentas ilícitas”, reclamaba José Félix Lafaurie Rivera en agosto del año pasado.