Varios sectores políticos creen que la ausencia del presidente de Colombia en este evento internacional envía un mensaje claro sobre su posición nada imparcial en favor de Rusia.
Dejando una vez más en evidencia su personalidad volátil, el presidente Gustavo Petro decidió, de manera repentina, no participar en la Cumbre para la Paz en Ucrania, programada para este fin de semana que pasó en Suiza.
La cancelación suscitó fuertes críticas debido a todo el anuncio previo que hizo el gobierno para destacar la supuesta importancia e influencia que ejerce el jefe de Estado al que sus simpatizantes de izquierda consideran como un líder global de paz.
“El escenario del foro de Suiza no es un foro libre para discutir los caminos de la paz entre Rusia y Ucrania. Sus conclusiones ya están predeterminadas. La mayor parte de América Latina y el Gobierno de Colombia no estamos de acuerdo con extender la guerra”, se justificó Petro en su cuenta de X; sin embargo, desde varios sectores políticos de Colombia aseguran que su dimisión al evento internacional es otro guiño a la postura bélica de Rusia hacia Ucrania.
“¿Cuántos cientos de millones de pesos derrochó en su viaje a Europa para hablar de boberías como el golpe blando y anunciar que no asiste al foro de Paz en Suiza? Para echar esta carreta lo hubiera hecho desde Bogotá. ¿Le preocupa la paz o lo que le diga Putin?”, cuestionó la senadora María Fernanda Cabal.
El respaldo del presidente Gustavo Petro al gobierno de Rusia durante el conflicto con Ucrania ha generado un amplio debate y controversia tanto a nivel nacional como internacional. Petro ha argumentado que su posición se basa en principios de no intervención y en la defensa de la soberanía de los estados, señalando que Colombia debe mantener una postura neutral y evitar alineamientos que puedan polarizar aún más la situación global. No obstante, esta postura ha sido duramente censurada por diversos sectores que consideran que, debido a las coincidencias ideológicas entre Gustavo Petro y su homólogo ruso, Vladímir Putin, el mandatario colombiano no deja de apoyar a Rusia en este contexto, ignorando las graves violaciones de derechos humanos y las repercusiones humanitarias de este conflicto que quebranta los esfuerzos internacionales por la paz y la seguridad global.