Aunque canceló su agenda oficial argumentando problemas de salud, su elección de descansar en la ciudad amurallada evidencia la desconexión entre el presidente Gustavo Petro y las realidades del país.
La decisión del presidente Gustavo Petro de ausentarse de su agenda oficial durante un puente festivo en Cartagena ha suscitado un torrente de críticas y preguntas sobre su compromiso con la seguridad y el bienestar de los colombianos. Mientras el país enfrenta una alarmante crisis de orden público en El Plateado, Cauca, el mandatario optó por un descanso la Casa de Huéspedes de la capital amurallada, lo que ha llevado a muchos a cuestionar sus prioridades.
El pasado viernes, Petro canceló su agenda debido a un fuerte cuadro gripal, lo que generó controversia especialmente porque implicó la cancelación de una ceremonia crucial de reconocimiento de la responsabilidad estatal en el exterminio de la Unión Patriótica (UP). Este evento, que había costado más de 3.000 millones de pesos, era una oportunidad importante para abordar un capítulo doloroso de la historia reciente del país. La falta de liderazgo en este asunto fue el primer golpe a la imagen del presidente.
Sin embargo, la situación se complicó aún más tras el festivo, cuando se confirmó que Petro se encontraba en Cartagena. Esta noticia alimentó las críticas, especialmente entre los congresistas de oposición, quienes exigieron aclaraciones sobre su agenda durante el fin de semana.
La Presidencia de la República podría informar al país si el “incapacitado” @petrogustavo se desplazó el fin de semana al caribe colombiano en un avión diferente al avión presidencial?
Hacemos la pregunta aquí y también la haré formalmente a las autoridades”, cuestionó el congresista Hernán Cadavid en su cuenta de X.
La incongruencia entre su ausencia en un evento tan significativo y su elección de descansar en la playa fue motivo de descontento entre la ciudadanía, que espera que un presidente asuma la responsabilidad de gobernar incluso en momentos difíciles.
La controversia se intensificó por la falta de participación del presidente en la crucial agenda que su gabinete llevó a cabo en El Plateado, un corregimiento de Argelia, Cauca, que ha sido objeto de una ofensiva militar para recuperar el control territorial de disidencias de ‘Iván Mordisco’. Mientras varios funcionarios, liderados por la directora del Dapre, Laura Sarabia, se desplazaron a esta región para abordar la situación de seguridad, la ausencia de Petro dejó un vacío en el liderazgo que muchos consideran inaceptable.
Los colombianos comenzaron a preguntarse sobre el paradero del presidente y su agenda del fin de semana. Se sugirió que había viajado en una aeronave distinta a la que habitualmente utiliza, lo que solo avivó más las sospechas y críticas. Hasta el momento, la Presidencia no ha emitido un comunicado para responder a estos cuestionamientos, lo que ha generado aún más incertidumbre.
La elección de Cartagena sobre El Plateado pone de relieve una desconexión preocupante entre el gobierno y las realidades que enfrentan muchas comunidades en Colombia. En un momento en que el país necesita liderazgo y atención en zonas afectadas por la violencia y el conflicto, la imagen de un presidente disfrutando de un puente festivo en la playa resulta difícil de reconciliar con las expectativas de responsabilidad y compromiso. Ignorar la crisis en El Plateado en favor de un descanso privado plantea serias preguntas sobre la capacidad de Petro para liderar y responder a las necesidades urgentes de la población.