Petristas quieren meter a Colombia en el mismo lío que Boric metió a Chile

A pesar de haber aprobado el plebiscito que convocaba a una constituyente, el pueblo chileno rechazó en dos oportunidades las propuestas presentadas, por considerar que no llenaban sus exigencias. En el país, la idea es rechazada de plano porque quiere saltarse los procedimientos establecidos para tal fin.

La senadora por el Pacto Histórico, Isabel Cristina Zuleta, dejó entrever, muy a pesar del sentir de algunos compañeros de bancada y ministros que salieron a desmentirla, que en la agenda del gobierno nacional está la idea de que Gustavo Petro esté en el poder al menos un periodo más.

Como ya es habitual en quienes rodean al mandatario, la congresista dijo que Petro es ajeno a la iniciativa en la que vienen trabajando algunos miembros de la bancada del Pacto Histórica y que dada la evidencia, es ella la vocera.

“No es el presidente Petro el que está hablando de la reelección. Somos muchos de los activistas. Nosotros sí queremos una reelección y lo estamos promoviendo. […]Creemos que son muchos años más los que debe estar el presidente Petro en el Gobierno para lograr algo de cambio”, dijo Zuleta en una entrevista televisiva.

Igualmente, puso sobre la mesa el mecanismo que junto a quienes respaldan esa idea, utilizarían para revivir la posibilidad de participar más de una vez y de manera consecutiva en las elecciones.

“[…] Hoy, más que nunca, podemos decir que cuatro años no alcanzan para el proyecto de paz, este proyecto político es de largo plazo, llegamos para quedarnos. […] No está bien que no podamos poner ideas en medio del momento político que vivimos. Yo estoy de acuerdo con la Constituyente y hay suficientes razones”, sostuvo la congresista.

Esta voz franca, se une a las de Álvaro Leyva Durán y Eduardo Montealegre, quienes han venido haciendo una defensa férrea de esta propuesta del presidente, además, publicitado el mecanismo jurídico que debería utilizar el mandatario para eliminar de tajo la facultad del Congreso para decidir sobre el particular.

Algunos analistas políticos que aceptan en gracia de discusión la idea, en aras de razonar sobre los escenarios posibles, concluyen que dados los altos niveles de polarización política y la suerte de descontento generalizado con el actual gobierno, visible en las pasadas elecciones regionales, no le permitirían tener a Petro las mayorías necesarias para aprobar su ‘Constitución’.

Constituyente chilena sigue empantanada

Uno de los antecedentes más recientes de este mecanismo, tuvo lugar en Chile, donde el actual presidente, Gabriel Boric, se eligió con las banderas de la renovación política y la derogación de la ‘Constitución de Pinochet’.

Caso contrario al de Colombia, donde el actual mandatario no goza de aceptación; Boric arrancó al presidencia con niveles envidiables de aceptación y popularidad, sin embargo, esas dos condiciones, aceptado y querido, no fueron suficientes para aprobar en las urnas el nuevo texto.

Desde 2019 el proceso reformista ha sufrido dos duros reveses. El primero de ellos, tuvo lugar en septiembre de 2022, cuando el 62% de votantes dijo no a una propuesta demasiado retardataria y en opinión de algunos: “refundacional».

La segunda derrota ocurrió el pasado 17 de diciembre de 2023. Ese día, igual que un año antes, ganó el no con 55% de los votos. De acuerdo con muchos analistas internacionales, esos resultados dejaron en evidencia el rechazo rotundo de la ciudadanía a la propuesta reformista.

Ese mismo día, derrotado, Gabriel Boric reconoció que había sido un error hacer pasar al pueblo chileno por cuatro años de constante confrontación y polarización política. “El proceso constituyente estaba destinado a traer esperanza y finalmente ha generado frustración y hasta hastío en una parte relevante de la ciudadanía y eso no podemos ignorarlo”, dijo.

¿Hacia allá llevan los petristas a Colombia?

Boric, que ha sido siempre un modelo para la izquierda en América Latina, dejó en evidencia, a través de su propio ejercicio que en franca lid, es imposible que se pueda modificar un texto constitucional que tiene todos los elementos jurídicos para gobernar.

Sobre el particular, Rodrigo Uprimmy, reconocido académico, es enfático en que al igual que Boric, el presidente Petro podría recibir una respuesta igual de la ciudadanía, pues, considera que la vigente carta política es un factor importante de cohesión social

«Es un error garrafal de Gustavo Petro querer cambiar la Constitución. […] Petro no fue electo para convocar una constituyente, […] cualquier tentativa de invocar un etéreo poder constituyente por fuera de los procedimientos constitucionales sería simplemente una ruptura antidemocrática”, dijo Uprimmy.

Yendo más allá, el investigador se fue con todo contra los argumentos expuestos por Álvaro Leyva en torno al incumplimiento de lo pactado por el Estado colombiano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o los palos en la rueda de la oposición al proyecto del jefe de Estado.

«Ya las principales reformas legislativas y constitucionales fueron aprobadas en 2017 y 2018, así que la esencia del Acuerdo de Paz no requiere ni siquiera de reformas legales sustantivas, sino de medidas ejecutivas, por lo que no existen obstáculos constitucionales que impidan su implementación”, comentó el director de Dejusticia.

Finalmente, es importante advertir, que un amplio sector de la opinión y la cosa pública rechaza de plano esta propuesta que, como dejó claro la senadora Isabel Zuleta, hace parte de la agenda privada y pública del petrismo.