Nombramiento de Alfredo Saade reaviva cuestionamientos sobre meritocracia y transparencia

El nuevo jefe de gabinete de la Presidencia enfrenta cuestionamientos por plagio, contratos irregulares y un título pastoral sin respaldo de organizaciones del sector. Denunciantes lo acusan de censura, corrupción y oportunismo político.

La designación de Alfredo Rafael Saade Vergel como jefe del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) ha desatado una tormenta política que trasciende los pasillos del poder. Su nombramiento, oficializado el 18 de junio, ha sido recibido con indignación por sectores que lo acusan de representar “todo lo que el cambio prometió erradicar”.

Uno de los principales focos de crítica proviene del contrato que Saade suscribió con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), por el cual recibió más de 275 millones de pesos. Según reveló en su momento el concejal de Bogotá, Daniel Briceño, los informes presentados por Saade para justificar sus honorarios fueron copiados casi en su totalidad de otro contratista.

“No solo es un plagio descarado, es una burla a los recursos públicos”, afirmó Briceño en su cuenta en X, donde también publicó captura de pantallas de documentos que sustentan su denuncia.

Por estos hechos, la Procuraduría General abrió una investigación pre, mientras que medios independientes han documentado que los informes de Saade incluían errores básicos, como fechas incongruentes y referencias a actividades que no se realizaron (lea también: https://apnnoticias.com/exportaciones-hasta-abril-suman-usd-1808-millones/).

“Es un caso de corrupción de manual”, señaló sobre el particular el representante Julio César Triana, quien también calificó el nombramiento como “una amenaza directa a la democracia”.

A las denuncias contractuales se suma una controversia de carácter simbólico: su autoproclamado título de pastor cristiano. La Confederación Evangélica de Colombia (Cedecol) y la Asociación de Ministros del Evangelio (ADME) han negado que Saade tenga reconocimiento como líder espiritual.

“No representa a nuestra comunidad ni ha sido ordenado por ninguna de nuestras iglesias”, afirmó Cedecol a través de su oficina de prensa. Pese a esto, Saade ha utilizado su supuesta investidura pastoral como plataforma política, promoviendo una agenda que mezcla religión, populismo y autoritarismo.

En agosto de 2024, propuso públicamente cerrar medios de comunicación y suspender la red social X por seis meses, argumentando que “el exceso de democracia perjudica al Gobierno”. Estas declaraciones fueron calificadas como “peligrosas” por organizaciones defensoras de la libertad de prensa

La mañana de este miércoles (18-06-2025), acosado por la prensa, el ministro del Interior, Armando Benedetti, intentó restar importancia al nombramiento, aclarando que Saade “no trabajará directamente conmigo, sino con el presidente”, la incomodidad en sectores del oficialismo es evidente.

Analistas políticos de diversos espectros, advierten que su llegada al Dapre, una entidad clave en la coordinación del Ejecutivo, podría tensar aún más la relación del Gobierno con el Congreso, los medios y la ciudadanía.

Finalmente, opositores como Daniel Briceño, son enfáticos en que la llegada de Saade al gobierno plantea serias dudas sobre el compromiso del Ejecutivo con la transparencia, la meritocracia y la separación entre intereses religiosos y funciones públicas.