La excongresista recordó que en un evento, mientras las víctimas no hicieron sino llorar su dolor, los miembros del Secretariado de las Farc aprovecharon la ocasión para exigirle al gobierno más recursos y más espacio político. Los utilizaron de escudos.
En el marco del lanzamiento de la Comisión Civil para el Esclarecimiento de la Verdad, organizado por la Escuela Libertad y donde se presentó el primer Informe con la visión que quedó oculta en el trabajo presentado por la Comisión de la Verdad a la JEP, la excandidata presidencial y exsecuestrada por la guerrilla de las Farc, Íngrid Betancourt, hizo duros cuestionamientos al poco impacto que la firma de la paz con esa organización criminal ha tenido en sus víctimas.
Al inicio de su intervención, en un panel donde estuvo acompañada por la senadora del Centro Democrático y líder de la oposición, María Fernanda Cabal Molina, la dirigente política dejó ver su molestia por la forma cómo en su momento el gobierno de Andrés Pastrana la responsabilizó por el secuestro del que fue víctima.
“Ellos no querían aceptar que nos habían quitado los escoltas y nos habían dejado desprotegidos, entonces mandan la primera bomba, que es la de decir que era una mujer imprudente, una loca con ganas de hacerse secuestrar, seis años y medio repitiendo la misma narrativa”, dijo Betancourt.
Volvimos a la realidad
Durante su intervención, la excongresista aseguró que a pesar de la felicidad que la embargaba luego del rescate por parte del Ejército Nacional en la conocida mundialmente ‘Operación Jaque’, una parte de su ser estaba triste por los muchos problemas a los que tenía que hacerle frente, sobre todo, su precaria situación financiera.
“Después del rescate volvemos a la realidad, pero una realidad donde lo único que tenemos son deudas, las deudas de la familia donde lo único que tenemos es vacío. Yo no quería volver a hacer política, estaba llena de cicatrices en todo el cuerpo, en el alma, quería tener espacio para recuperar la relación con mis hijos y obviamente una situación económica desastrosa luego 6 años y medio sin trabajo, sin producir seis años y medio donde las cuentas siguen llegando”, explicó la excandidata presidencial.
Ingrid Betancourt aprovechó el espacio para mostrar su descontento con la forma en la que se le trató cuando, como todos los actores políticos que ha sufrido el flagelo de la violencia y el secuestro, inició un proceso de responsabilidad extracontractual contra el Estado. “Cuando nos presentamos para que el Estado colombiano pudiera hacer con nosotros lo que estaba escrito en la ley, se nos acusa de ser ingratas, codiciosas, de querernos enriquecer a costa del secuestro”, comentó.
Fracaso de la paz
Asimismo, dejó ver su decepción por los pocos resultados que se han obtenido tras la firma de la paz con las Farc, proceso que apoyó y del que fue participante activa. “Es el sentimiento del fracaso de la paz, una paz muy bien preparada, pero muy mal ejecutada. Una paz donde al final de cuentas las víctimas servimos de escudo, donde nos hemos sentido utilizadas, no hemos logrado que la paz sea completa en Colombia”, detalló Betancourt a quien mientras intervenía en el panel, un excombatiente que participó en el operativo que terminó con su secuestro le pidió perdón públicamente.
La exsecuestrada también narró cómo fue una de sus experiencias y la de las víctimas que concurrieron junto con ella a las sesiones de reconocimiento de verdad organizadas por la Jurisdicción Especial para la Paz.
“Mientras que las víctimas que participamos en ese encuentro no hicimos más sino llorar nuestro dolor, al frente los miembros del Secretariado [de las Farc] le hicieron exigencias administrativas al gobierno: que necesitaban más recursos, necesitaban más espacio político. ¿Dónde está la compasión? ¿Dónde está la reflexión sobre el dolor causado? ¿Dónde nos vamos a encontrar en el perdón si es que hablamos otros idiomas?”, se preguntó la excandidata presidencial.
Paz sin arrodillarse
Finalmente, aseguró que la consecución real de la paz en Colombia va más allá de las bizantinas discusiones sobre cómo lo haría la izquierda o la derecha y nunca se alcanzará si el gobierno sigue cediendo a las pretensiones de quienes actúan de forma violenta y al margen de la ley.
“Esto no es una cuestión ideológica, aquí simplemente necesitamos saber cómo vamos a reflexionar para que lo que hemos vivido, lo que hemos visto, lo que nos ha sucedido, sirva para que Colombia pueda llegar a la paz y no puede haber paz con impunidad y no va a haber paz arrodillándonos ante los criminales”, puntualizó Íngrid Betancourt.
Vea la intervención completa aquí: