Movilización campesina, la estrategia electoral de Petro

El decreto que promueve las movilizaciones de los campesinos coincide con los comicios en los que se escogerán gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.

Tal como sucedió previo a las elecciones presidenciales, la izquierda colombiana, encabezada por el presidente Gustavo Petro, utilizará las protestas como mecanismo para adueñarse del mapa político de Colombia en las próximas elecciones regionales que se llevarán a cabo el 29 de octubre.

Tal parece que la historia se repetirá, y así lo dio a entender el exministro Luis Carvajal Basto en su más reciente columna de opinión en El Espectador titulada ‘Nuestros colectivos chavistas’, en la que manifiesta que el decreto que promueve la movilización campesina para una supuesta defensa del acceso a la tierra concuerda con los comicios en los que se escogerán gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.

“La convocatoria al movimiento campesino antes de elecciones, en la que deben involucrarse todas las entidades de toda la administración, coincide, por si alguien no lo notó, con las elecciones regionales”, puede leerse en el artículo.

Al estilo chavista

Para el columnista, la creación de comités municipales y territoriales para la reforma agraria no es más que una estrategia, financiada con dinero público, para ejercer presión al Congreso, a otras ramas del poder y a la ciudadanía, y se asemejan de manera considerable a los colectivos fundados por Hugo Chávez para defender a toda costa, aun haciendo uso de la violencia, las decisiones del régimen.

“Se trata, abiertamente, de nuevas estructuras de poder… Los comités para la defensa de la revolución, en Cuba, o los colectivos chavistas, por cierto, fueron creados, en su momento, con propósitos similares a los que ahora se invocan”.

Por las vías de hecho

La columna de opinión sugiere que el presidente Gustavo Petro quiere utilizar el decreto de movilización campesina y expropiación de tierras para encarar los reveses que ha tenido su gobierno, obviando así la conciliación y concertación política.

“… Este recurre a la ideología y a la movilización que utilizó para lograr el triunfo electoral, anunciando una estrategia de ‘radicalización’ basada en la creación de nuevas estructuras de poder”.

La hostilidad del jefe de Estado no solamente propicia la confrontación, sino que abre la posibilidad de que caiga en la extralimitación de su autoridad.

“…Un endurecimiento de sus acciones para colocarse a tono con sus advertencias en la plaza pública, buscan acortar terreno, haciendo uso de la autoridad con que fue investido, pero corriendo el riesgo de excederla. Desde su inicio se ha notado incómodo con las diferentes expresiones de los contrapesos, incluso con los retos propios de administración que debe afrontar cualquier gobierno”.

Lea la columna de opinión aquí:

https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/luis-carvajal-basto/nuestros-colectivos-chavistas/