Mejoramiento genético: prometedor avance en la búsqueda de vacas con bajas emisiones de metano

La profesora Dipti Pitta, autora principal de la investigación, afirmó que las vacas con menores emisiones de metano son más eficientes ya que la producción de metano consume energía que podría destinarse a actividades metabólicas, impulsando así el crecimiento y la producción de leche.

Investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania y la Universidad Estatal de Pensilvania avanzan en la cría de vacas con bajas emisiones de metano. Su estudio, publicado en el Journal of Dairy Science, reveló las diferencias cruciales entre las vacas que emiten naturalmente menos metano que el promedio.

El análisis muestra que las vacas con menos emisiones tienden a ser más pequeñas y albergan comunidades microbianas distintas en comparación con aquellas que emiten más metano. Estas diferencias no se asocian con una reducción en la producción de leche ni con cambios en la composición de la misma.

«Descubrimos que las diferencias en las emisiones de metano se correlacionan con diferencias en las poblaciones microbianas y sus rutas de fermentación», explicó Dipti Pitta, autora principal y profesora asociada en la Facultad de Medicina Veterinaria y quien hace parte del Centro para la Administración de la Agricultura y la Seguridad Alimentaria.

Pitta también señaló que, aunque el enfoque se centra en vacas lecheras, los hallazgos también podrían aplicarse al ganado ovino.

Metano

El metano es un gas de efecto invernadero 28 veces más potente que el CO2, es responsable del 25 % de las emisiones en Estados Unidos, siendo el ganado una de las fuentes. Reducir estas emisiones es fundamental para contribuir con el mejoramiento del medio ambiente y la producción, además de incentivar el crecimiento animal.

La profesora Pitta destacó que las vacas con menores emisiones de metano son más eficientes, ya que la producción de metano consume energía que podría destinarse a actividades metabólicas, impulsando así el crecimiento y la producción de leche.

“Las vacas que emiten menos metano son más eficientes”, manifestó Pitta. El proceso de formación de metano ocurre en el estómago (rumen) de las vacas donde millones de microorganismos ayudan a descomponer el alimento. El metano resultante se libera a través de eructos.

Hasta ahora, la reducción de emisiones se ha logrado principalmente mediante inhibidores de metano que reducen su producción en el rumen.

Según estudios anteriores, se ha demostrado que los inhibidores de metano sintéticos reducen las emisiones de metano en un 30 % mientras que los inhibidores derivados de algas marinas reducen las emisiones en un 60 % pero pueden interferir con la digestión de los animales. Sin embargo, se desconocen las afectaciones de estos en los microorganismos y su digestión.

Genética

La cantidad de metano que emite una vaca también está relacionada con un componente hereditario. Los investigadores trabajan en la identificación de diferencias genéticas y microbiológicas que influyen en estas emisiones.

“Queríamos investigar si algún componente genético del huésped u otros parámetros del huésped, como el microbioma, están asociados con vacas que producen menos metano. Conocer estas características podría permitirnos criar selectivamente ganado con bajas emisiones de metano”, expresó.

Generalidades

En el estudio, se identificaron cinco vacas con bajas emisiones de metano y cinco con altas emisiones de un grupo de 130 vacas lecheras holstein alojadas en Penn State. Las diferencias entre estos dos grupos se caracterizaron en términos de genética, producción de leche, fermentación ruminal y microbioma.

En promedio, las vacas con bajas emisiones produjeron alrededor de un 22 % menos de metano que las de altas emisiones. A pesar de esto, no se observaron diferencias significativas en la ingesta de alimentos, producción de leche o composición de la misma.

Sin embargo, se encontraron diferencias notables en los microbiomas ruminales y los patrones de fermentación de las vacas con bajas y altas emisiones de metano. Las vacas con menores emisiones albergaban menos tipos de microorganismos en el rumen y presentaban menos producción de metano.