La Asociación Colombiana de Procesadores de Leche advierte que los bloqueos en vías estratégicas del departamento han impedido el tránsito de camiones recolectores, afectando gravemente la cadena de frío y amenazando con pérdidas millonarias para productores y procesadores.
Más de 500.000 litros de leche permanecen represados en zonas de acopio y camiones refrigerados en Boyacá debido a los bloqueos viales derivados de una protesta del sector minero y campesino. Así lo advirtió Asoleche, gremio que representa a la industria procesadora de leche en Colombia, al alertar sobre el riesgo inminente de pérdida del producto.
Los bloqueos afectan los principales corredores viales del departamento, impidiendo que los vehículos recolectores lleguen a las plantas procesadoras en Cundinamarca y otras regiones del país. De continuar esta situación, se generarán pérdidas económicas irreparables para ganaderos, procesadores y comerciantes.
Ana María Gómez Montes, presidenta ejecutiva de Asoleche, hizo un llamado urgente a garantizar la libre movilidad de los camiones recolectores y de transporte de derivados lácteos, señalando que “la leche es un alimento esencial para la seguridad alimentaria del país”.
Añadió que esta situación pone en riesgo tanto el sustento de productores y transportadores, como el abastecimiento de millones de colombianos. “Si los bloqueos continúan, la leche del ordeño de la tarde y de los siguientes días no podrá recogerse ni procesarse, ocasionando pérdidas millonarias, desabastecimiento de productos lácteos y un grave impacto para miles de familias campesinas que viven de esta actividad”, precisó la dirigente gremial.
La situación se agrava con las horas, debido a que los tanques de enfriamiento en los centros de acopio ya alcanzaron su capacidad máxima, en ese contexto, Asoleche instó a las autoridades y manifestantes a facilitar corredores humanitarios para evitar el desperdicio del alimento, subrayando la importancia de este sector para el agro nacional.
“Evitar que la leche se pierda en las vías es proteger el trabajo de los productores campesinos y asegurar el abastecimiento de un alimento vital para millones de colombianos”, comentó Ana María Gómez.
Finalmente, desde la agremiación sostuvieron que, si esta situación persiste, la industria deberá recurrir a reservas o fuentes alternativas, con graves implicaciones para el consumidor final.
