La Fiscalía develó un entramado corrupto que le permitió contratar asesores particulares, disminuyendo los costos operativos de su partido político. Estas maniobras fraudulentas también se les imputan a partidos de España e Italia presentes en el Parlamento Europeo.
Marine Le Pen, líder del partido ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN) y una de las figuras más influyentes de la política francesa, fue declarada culpable de malversación de fondos por el Tribunal Correccional de París.
La sentencia, dictada este lunes, 31 de marzo de 2025, también involucra a ocho eurodiputados y a un total de 24 miembros de su partido, y expone un sistema fraudulento que facilitó el desvío de 2,9 millones de euros provenientes de subvenciones del Parlamento Europeo entre 2009 y 2016.
Estos fondos, destinados a pagar asistentes parlamentarios para tareas en Bruselas y Estrasburgo, fueron utilizados para financiar actividades internas del RN en Francia, contraviniendo su propósito original. La investigación demostró que empleados como su guardaespaldas y su secretaria personal, contratados con dinero europeo, trabajaban exclusivamente para el partido en territorio francés.
Le Pen, quien según testigos abandonó la sala de audiencias antes de la lectura completa del veredicto, fue inhabilitada por cinco años para ejercer cargos públicos, lo que la excluye de las elecciones presidenciales de 2027.
El tribunal también le impuso una pena de cuatro años de prisión —dos de ellos firmes, potencialmente sustituibles por arresto domiciliario con brazalete electrónico— y una multa de 100.000 euros, aunque la Fiscalía había solicitado inicialmente 300.000 euros.
Tras el fallo, Le Pen declaró a medios internacionales: “Esto es un ataque contra la democracia y mi derecho a representar a los franceses”, insistiendo en que enfrenta una persecución política. Sin embargo, los fiscales detallaron durante el juicio un esquema de contratación ficticia que permitió al RN ahorrar recursos mientras desviaba fondos europeos. “Estos empleados, en lugar de trabajar para el Parlamento Europeo, se dedicaban a tareas del partido en Francia”, precisó el ente acusador.
Finalmente, es importante anotar que la decisión, que puede ser apelada, se basó en correos electrónicos, documentos internos y testimonios que evidenciaron el uso indebido de los recursos. Además, el caso salpica a otros partidos de Francia, Italia y España, donde se investigan maniobras similares con fondos de la Eurocámara.