En su nueva obra, la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal reconstruye su camino en la política y su llegada al uribismo. El libro también aborda aspectos íntimos de su vida familiar y la influencia que han tenido sus más cercanos en su trayectoria.
La senadora y aspirante presidencial María Fernanda Cabal presentó su libro Yo soy Cabal, una publicación que combina crónica política y relato autobiográfico. En sus páginas, la congresista detalla cómo se abrió paso en el uribismo y revela episodios familiares que influyeron en su ruta pública.
Cabal cuenta que, a diferencia de lo que muchos suponen, no inició su carrera con un vínculo directo con el expresidente. “Yo no tenía cercanía con el gobierno de Uribe. Quien era cercana era mi hermana Ana María, que le había ayudado en su primera campaña desde Estados Unidos. También mi esposo, José Félix, era allegado a Uribe. Sin embargo, no era fácil acceder a él”, escribe, aludiendo a las conexiones políticas de su entorno familiar.

La senadora relata que comenzó a abrirse espacio tocando puertas en el Congreso. “Empecé a tocar las puertas de congresistas como Juan Carlos Vélez para informarles de situaciones que ameritaban un debate de control político”, señala. Entre esos primeros apoyos recuerda al entonces representante Pedrito Pereira, a quien agradece haber permitido que comunidades indígenas no vinculadas al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) pudieran llevar sus denuncias al Capitolio. “José Félix me ayudó a hacer ese contacto”, añade, reconociendo el papel de su esposo en esos primeros pasos.
También recuerda su admiración por Uribe, especialmente por su estilo de comunicación directa con el país. “Recuerdo que la única vez que no cambié de canal cuando un presidente estaba haciendo una alocución fue al escuchar a Álvaro Uribe”, afirma. Destaca, además, los Consejos Comunales, a los que considera un mecanismo útil para resolver problemas que nunca se atienden en la ruralidad.
Más allá de la política, la autora dedica varios pasajes a su vida personal, marcada por una familia tradicionalmente vinculada al sector rural y empresarial. El libro perfila a Cabal como una mujer formada entre discusiones cívicas, disciplina familiar y conversaciones políticas que, según relata, moldearon su carácter crítico y su inclinación por asumir causas que describía como “incómodas” desde joven.
Con Yo soy Cabal, la senadora muestra su perfil político y personal, presentándose como una figura de carácter fuerte, con raíces familiares influyentes y una trayectoria marcada por la confrontación y la defensa de causas que, asegura, otros prefirieron ignorar.




