La Defensoría del Pueblo exigió que esta problemática sea abordada de manera prioritaria en la agenda de las mesas de negociaciones de paz que se adelanta con grupos armados ilegales.
Entre enero y noviembre del 2023 han sido asesinados en Colombia 163 líderes sociales y defensores de derechos humanos, principalmente en zonas en donde delinquen grupos armados como el ELN, las Farc y el Clan del Golfo.
El Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo muestra que en ocho departamentos se concentra el 66 % del total de los homicidios. Cauca registra el mayor número de asesinatos, con 30, le siguen Antioquia con 18, Nariño con 16, Valle del Cauca, 14; Córdoba, 10; Bolívar, Norte de Santander y Putumayo con siete casos cada uno.
“En los territorios, los más afectados son líderes comunales y comunitarios. De los 163 homicidios, 69 son contra quienes forman parte de ese tipo de liderazgos, actividad que se concentra en buscarles soluciones a los problemas básicos de las comunidades, por eso es tan crítica la situación”, expresó Carlos Camargo Assis, defensor del Pueblo.
Por cuenta de grupos armados
De acuerdo con la Defensoría, estos homicidios coinciden con aquellas zonas del país donde delinquen los principales grupos armados ilegales, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, estructura conocida también como Clan del Golfo; el ELN, el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia de las Farc, y las estructuras del crimen organizado.
“En todas las Alertas Tempranas que emite la Defensoría del Pueblo es advertido el riesgo que corren los liderazgos por cuenta de las disputas de los grupos armados al margen de la ley, cuyo fin es mantener, recuperar o conseguir el control social y territorial, particularmente en zonas apartadas”.
De urgente discusión
Ante este preocupante panorama, la entidad defensora de los derechos humanos pidió que sea abordado de manera prioritaria en la agenda de las mesas de negociaciones de paz que se adelanta con grupos armados ilegales.
“El gobierno nacional debe exigir un punto fundamental de vida: el cese de los crímenes que destruyen la democracia en los territorios. Es angustiante lo que a diario viven quienes tienen como causa la defensa de los derechos de las personas, arriesgan todo el tiempo sus vidas por servir a las comunidades”, señaló el defensor del Pueblo.