Los comerciantes no compran contrabando: es al gobierno que le corresponde atacar la corrupción para que no avance esa ilegalidad: Fenalco

Así se expresó el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, al responderle una pulla al presidente Gustavo Petro, quien señaló que los comerciantes son contrabandistas. El dirigente gremial le dijo al mandatario que es el gobierno el que debe combatir esa ilegalidad y le propone la estrategia para hacerlo.

Ante la pulla del presidente de la República, Gustavo Petro, quien a través de un trino por la red X dijo que, “los afiliados a Fenalco deberían hacer un gran pacto con Colombia para impedir que sus comercios sean usados por el contrabando”, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, le dijo, “No se equivoque. Los comerciantesno compran contrabando, por el contrario, los contrabandistas les compiten ilegalmente y cada día, muchos negocios desaparecen por este flagelo”.

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También le replicó que es al Gobierno Nacional al que le corresponde atacar la corrupción al interior de sus entidades y ejercer los controles que garanticen que el flagelo del contrabando no siga acabando a la industria y al comercio organizado del país.

El dirigente le planteo una estrategia en la que primordialmente le hace un llamado vehemente al nuevo comandante de la Policía, general Carlos Fernando Triana, para que combata a los grandes contrabandistas mediante los respectivos componentes policiales y represivos.

https://twitter.com/FenalcoNacional/status/1892618975604785569P

La estrategia del presidente de Fenalco apunta a que el país afronte y contrarreste el flagelo del comercio ilegal de mercancías, que según la DIAN, es de $35 billones, particularmente en mercancías que ingresan al país anualmente.

«Esperemos que el nuevo comandante de la Policía, el general Carlos Fernando Triana, logre combatir con éxito a los grandes contrabandistas», recalcó Cabal.

Al llamado inminente que hace el líder de los comerciantes al nuevo director general de la Policía Nacional, se unen otras dos estrategias: la primera es implementar un tratamiento económico que incluya la reducción de aranceles, trabas a las importaciones y exceso de reglamentación; y la segunda, utilizar tecnologías de última generación, incluso la inteligencia artificial, para detectar eficientemente los brotes de contrabando.

No es aumentando aranceles

“No es con aumento de aranceles que se pretende proteger la industria nacional del flagelo del contrabando. El desproporcionado aumento al 40% de aranceles a vestuario y confecciones provenientes de países asiáticos, decretado por el actual Gobierno, lo que hizo fue disparar la ilegalidad. Hoy este sector registra una cifra de $3 billones por cuenta de contrabando”, reiteró Cabal.

Como consecuencia de lo anterior se observa una caída en la producción textil y de ropa que, según el DANE, rector de las estadísticas oficiales del país, es de 3.2%.

Adicionalmente, los resultados de la producción nacional de confecciones y las ventas del comercio formal de vestuario y textiles en los últimos dos años son francamente nefastos. “Según el DANE, las ventas de ropa y textiles el año pasado por parte del comercio minorista colombiano, se desplomaron un 10.6%, siendo esta categoría la de peor resultado registrado el año pasado, dentro de los 19 subsectores que esa entidad investiga», agregó.

Caldo de cultivo

En la red X Fenalco sintetiza en cuatro factores primordiales el caldo de cultivo del contrabando:

1. Rampante corrupción desde altos niveles del Estado colombiano.

2. Altos aranceles que se imponen a productos importados.

3. Falta de controles.

4. Exagerada reglamentación.

“Este flagelo, no se está atacando de manera efectiva, ni eficiente, pues la corrupción ha permeado todos los niveles de control y de lucha, incluyendo hasta la campaña del propio presidente de la República”, sostuvo.

En todos los planes de desarrollo de los últimos tiempos, se anuncia una guerra frontal contra el contrabando y se diseña un plan para reducirlo al mínimo, sin que los resultados hayan sido mínimamente satisfactorios, pues todo se queda en bla, bla, bla, debido a la corrupción.

Este es un tema en el cual el país está en deuda. Se necesita la llegada de un gobierno serio que afronte con carácter y con herramientas técnicas y tecnológicas y, por supuesto, con funcionarios honestos, este flagelo que hoy supera los $35 billones anuales.

“Es una deuda con Colombia, así como con los comerciantes organizados, con los industriales y con los sectores productivos”, puntualizó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.