Las redes sociales de los activistas de izquierda se parecen a las paredes de un baño público

Desde la llegada de Gustavo Petro al poder, la conversación en estos escenarios de interacción se ha vuelto agresiva y discriminatoria, traspasando claramente los límites de la libertad de expresión.

Hace un poco más de seis años, el actual presidente de la República, Gustavo Petro, afirmaba con acierto, que las redes sociales, especialmente X (antes Twitter), son un escenario de confrontación, polarización y violencia constante.

Hoy, dada la evidencia, Petro no piensa que sus agresivos defensores en X, casi todos con contratos públicos, son una jauría salvaje que, por cuenta de los motores de búsqueda y las bien aceitadas ‘bodegas’, reaccionan de inmediato a cualquier crítica que se le formule a su gestión.

Son innumerables los momentos en que los detractores de Petro y su modo de gobernar, han sido hostigados por cientos de miles de personajes reales y ficticios, que incluso, agazapados en la oscuridad de la internet, amenazan de muerte y difunden información sensible.

Hace poco menos de una semana, por ejemplo, la poetisa Hanna Escobar, fue víctima de la cazaría de brujas de la ‘Bodega Petrista’, por difundir lo que en el entorno del activismo de izquierda se conoce como El Nichito.

Según Escobar y varios internautas, todas las cuentas que aparecen referenciadas en la imagen tienen de una forma u otra, roles de dirección y difusión de información, casi siempre falsa o engañosa, con el objetivo de defender al actual gobierno y agravar el problema de polarización política.

“A la señora Hanna Escobar la pueden visitar en la Torre Fundadores de Medellín”; “Hay que ser como ella, asesinar a diestra y siniestra a todo aquel que tenga un poco de inteligencia”, fueron algunos de los mensajes que recibió Hanna Escobar por emitir una opinión crítica y sesuda de la reforma a la Salud que se tramita en el Congreso.

‘Por la plata ladra el perro’

Varios medios de comunicación han denunciado que ese grupo de personajes coordinan y dirigen a un ejército de cuentas que ejercen como defensores del gobierno central y sus instituciones, por cuenta de los millonarios contratos recibidos desde la posesión de Gustavo Petro.

Dentro de los acérrimos defensores del actual gobierno, se encuentran Elizabeth Ortiz Peña (@ElizbethCristi7), Esther Castro López (@BioSaura) y Walter Rodríguez Chaparro (@MeDicenWally), todos tienen o han tenido contratos con el gobierno central.  

El primer personaje, es de los tres el que más contratos y dinero de forma legal ha recibido: suma cinco OPS que suman más de $174 millones, mientras que, la segunda ha firmado tres contratos que suman $74 millones y el último, solo contabiliza a la fecha un vínculo laboral por $10 millones. Todos están relacionados con la producción de contenido audiovisual para redes.

La lista de activistas de izquierda que defienden con la violencia de los letreros de ‘baño público’ y que tienen vínculos con el Ejecutivo es amplia y va desde personajes con doctorado hasta simples bachilleres que, sin cumplir con ciertos requisitos, aparecen catalogados como asesores y con niveles salariales exorbitantes para su formación.

Finalmente, es importante resaltar que los ataques también están direccionados hacia políticos de la coalición de gobierno y la oposición que mantienen una posición independiente y crítica. Francisco Bernate, reconocido jurista, es enfático en que este tipo de situaciones están tipificadas por la legislación penal.

“El hostigamiento, la discriminación o entrometerse en aspectos de la vida personal de la gente, que raya con el matoneo deliberado o incitar a cometer delitos sobrepasa los límites de la libertad de expresión”, puntualizó Bernate.