“A las víctimas de las Farc, nos han utilizado para enriquecerse, para eso nos mienten, nos secuestran, nos desplazan y hacen lo que tengan que hacer. Ellos se enriquecen con el secuestro, la extorsión, la minería ilegal y con el narcotráfico”, aseveró Ximena Ochoa, víctima de las Farc y líder de Fevcol.
“Olvídense que en Colombia ha existido el motivo político para el delito, eso es paja. Las guerrillas han sido empresas criminales multimodales dedicadas a ganar dinero y lo único que no han querido hacer, es reparar materialmente a las víctimas”.
Así lo aseveró Ximena Ochoa, víctima de las Farc y líder de la Federación de Víctimas de las Farc, Fevcol, en el marco del lanzamiento de la Comisión Civil para el Esclarecimiento de la Verdad promovido por la senadora María Fernanda Cabal Molina y realizado en el Congreso de la República.
Fue acérrima al decir que “los guerrilleros ponen cara de compungidos y dicen ‘ es posible que hayan cometido unos errores y, por lo cual, lo lamentamos mucho’. No les importa el dolor de las víctimas”, agregó.
Enfatizó que cualquiera puede ir a preguntarles por los bienes que tienen y verán que ahí si se ponen serios.
“A todos los que hemos sido víctimas de las Farc, nos han utilizado para enriquecerse, para eso nos mienten, nos secuestran, nos desplazan y hacen lo que tengan que hacer. Ellos se enriquecen con el secuestro, la extorsión, la minería ilegal y con el narcotráfico”, aseveró.
Dominio territorial
La víctima de las Farc agregó ante el nutrido escenario que la gente no puede creer que la política de reclutamiento de niños es porque les parecía chévere tener niños en la guerrilla para violarlos y someterlos a esclavitud, no señor, es que esa es la forma que utilizaron y siguen utilizando para establecer el dominio territorial.
La prueba está en que la población de esos territorios no le va a dar información al ejército sobre esos temas criminales y, tampoco, le van a ayudar al Estado a combatir la guerrilla.
¿Lo anterior cómo se llama o qué sentido tiene? Es evidente que lo hacen para agrandar el territorio y el dominio, estrategia que les permite fácilmente recoger más dinero de la población.
Conocí por curiosidad La Unión – Peneya en el departamento del Caquetá y en esa época las Farc aún no se habían hecho cargo del negocio del narcotráfico, sino que cobraban un gramaje determinado por el peso de los productos.
“Presencié los momentos de los bultos de plata, la fila de personas, la mesa con la pesa, la persona pesando los productos y demás, etc., incluido una persona muerta a la que le habían puesto un letrero que decía ‘por sapo’ y que nadie podía tocar hasta que se fueran. Y, así, de esa manera, imponían el terror”, aseveró.
En ese municipio había guerrilla matando a la gente, prostitutas en las condiciones más espantosas y hombres carcomidos por el paludismo que llegaban a las droguerías y luego pasaban a las cantinas. “Eso fue lo que construyeron en 40 años de dominio en dicha zona geográfica del país”, recalcó.
Era el reglamento…
De acuerdo con la presidenta de Fevcol, cuando los señores de la cúpula del secretariado de las Farc tienen que hablar de lo que hicieron, dicen, ‘es que ese era el reglamento’.
Replicó diciendo, “los nazis dijeron exactamente lo mismo … ‘yo estaba cumpliendo un reglamento’. Justificaban los hechos de las cámaras de gas, con esa respuesta. Ese es el reglamento de una organización criminal”, afirmó.
La justicia transicional
“La justicia transicional es una mentira y una payasada en todas partes del mundo. Así de claro lo digo”, sostuvo.
Los máximos responsables de las Farc no les pueden devolver la vida a los muertos, no les pueden devolver las extremidades a los mutilados, no le pueden devolver la infancia y la juventud a los niños y niñas que esclavizaron, no le pueden devolver el tiempo perdido a los secuestrados y no le pueden devolver los sueños a los que queríamos hacer unas cosas y no pudimos porque no nos dejaron.
El único margen que les queda es contribuir a la verdad y entregar el dinero. Y, ni lo uno, ni lo otro. Ni aquí, ni en ninguna parte.
La justicia transicional es una ‘engañabobos’. Yo fui a La Habana con una delegación de víctimas y expuse nuestras aspiraciones. Estuvimos como el florero, en el centro.
Lo malo es que esta situación que acá en Colombia no tiene ningún castigo ni justicia, expone al Estado colombiano a la justicia internacional y este tema puede ser muy delicado para el país.
“Acudimos aquí sabiendo que no va a haber justicia, que ustedes no van a decretar una reparación, sabiendo que, esos señores de la ex guerrilla de las Farc no van a decir la verdad porque no les provoca y porque no les trae ninguna mala consecuencia no decirla, venimos aquí solamente a chulear el tema para irnos a una corte internacional.
“Tenemos que ser persistentes, fuertes, perseverantes, claros y seguir en lo que estamos”, puntualizó Ochoa.
