Tras el atentado que dejó 27 soldados heridos y dos muertos en una base militar en el corregimiento de Puerto Jordán, Arauca, distintos sectores de la opinión y la cosa pública empiezan a especular sobre el devenir de las negociaciones, no obstante, el presidente de Fedegán prefiere ser cauteloso, habida cuenta de los intereses que representa y defiende.
El pasado martes, en medio de un ambiente tenso por cuenta del atentado terrorista perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que dejó 27 soldados herido y dos muertos, el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, se pronunció ambiguamente sobre el tema dando a entender que los diálogos con esa guerrilla se acabaron, pero sin confirmarlo.
“Las consecuencias de las acciones y del flujo de la historia hoy nos traen un hecho dramático, repetido en nuestros últimos años. Una volqueta cargada de explosivos que hiere 27 jóvenes y mata dos, dentro de los datos que tengo, puesta por el ELN, con quien estábamos conversando de paz. Y obviamente, como sucedió aquella vez en otro sitio aquí cerca, en la escuela de la Policía, donde murieron muchísimos agentes de Policía, alféreces, que estaban estudiando allí, pues prácticamente es una acción que cierra un proceso de paz”, comentó el mandatario, a quien le enrostraron arrogantes discursos de campaña sobre la Paz Total, política de gobierno prácticamente deshecha.
Futuro incierto
Muchas voces se han pronunciado en redes sociales y medios de comunicación sobre los anuncios de Petro y el atentado del ELN al Batallón de Artillería de Campaña N°18, perteneciente a la Octava División y ubicado en el corregimiento de Puerto Jordán, Arauca. Uno de estos, fue José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y miembro del equipo negociados del gobierno con esa guerrilla.
Lafaurie quien desde que se reactivaron los diálogos en el gobierno Petro ha sido uno de los pocos negociadores que ha puesto la cara al país y cuestionado en columnas de opinión la poca voluntad del ELN para alcanzar la paz, no se mostró sorprendido por las acciones desplegadas por el grupo armado ilegal en Arauca, pero sí, por la ambigüedad de las palabras del presidente sobre el particular.
“Aquí en Colombia las cosas terminan teniendo siempre matices, pues vamos a esperar qué tipo de decisión va a tomar el Gobierno con respecto a este asunto. Pero si a mí me apuran, el tema de la paz es un asunto demasiado serio, porque detrás de estas conversaciones hay mucho muerto, mucha violencia, muchas comunidades que son desplazadas o confinadas, y me parece que a esto hay que ponerle un poco más de seriedad”, dijo Lafaurie en entrevista con la Revista Semana.
El dirigente gremial fue más bien cauteloso, cuando al margen del discurso ininteligible del presidente, lo interrogaron sobre el estado actual de los diálogos y lo que a futuro puede pasar.
“¿Qué va a pasar con el diálogo? No lo sé, esperemos que se decante esto (…); yo sí prefiero quedarme en una situación de expectativa como todos los colombianos, a esperar el Gobierno qué resuelve y después que este resuelva, tomaré las decisiones que me corresponden tomar de manera individual”, comentó el líder ganadero.
Hay que insistir en la paz
Igualmente, precisó que su papel dentro de los diálogos estaba y estará siempre enfocado a defender los intereses del sector ganadero que, como se ha demostrado en muchos escenarios, ha sido históricamente víctima de la violencia que azota la ruralidad colombiana desde hace más de 50 años.
En ese sentido, señaló que la paz es el horizonte que debe perseguirse, no obstante, haya en el país una suerte de pugna entre quienes quieren el fin del conflicto y, los que parecería necesitan el discurso de la violencia para seguir teniendo vigencia.
“Tras el plebiscito, el país terminó de una manera un tanto maniquea poniendo de un lado a los amigos de la paz y del otro lado, los enemigos; yo no creo que haya algún colombiano que no anhele, no tenga como eje, como foco, que visualice un mejor país en el que todos vivamos en paz, en un marco de tranquilidad”, explicó Lafaurie.
Sin embargo, a pesar de lo grave del atentado, el miembro del equipo negociador dejó entrever que el asunto, a pesar de la buena voluntad del gobierno, el proceso terminará como los anteriores, teniendo en cuenta la poca voluntad mostrada por el ELN para solucionar los impases.
“Cuando uno quiere salir de un escenario que ha impedido entre otras cosas que el país tenga un horizonte mejor, uno tiene que de alguna manera poner las cartas sobre la mesa”, insistió Lafaurie.
Finalmente, recordó que una de las soluciones al conflicto armado interno ha sido propuesta desde hace años y es contraevidente. “En todos los congresos ganaderos que he participado estos 20 años he dicho una sola cosa: en Colombia la paz pasa por el desarrollo rural. ¿Dónde está la violencia? En el campo, en comunidades carentes de bienes públicos, carentes de un bien público esencial como el tema la seguridad y por consiguiente, no llega la inversión”, puntualizó el dirigente gremial.
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