Mientras los apicultores dicen que los recursos de USAID nunca llegaron a su sector, la Cámara Colombo Americana, pide al gobierno sustentar que los recursos que el país recibe desde USAID, están alineados con las prioridades estratégicas de los dos países.
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“El impacto es para nosotros nulo, puesto que, durante varios años, hemos intentado realizar proyectos con la USAID, pero siempre los recursos se quedan en la parte administrativa y no llegan al productor”, acaba de manifestar Jorge Ruiz Flórez, gerente de la Federación Nacional de Apicultores de Colombia, Fenapic, al referirse al congelamiento del apoyo financiero de la agencia de cooperación americana.
Puntualmente el gobierno americano estableció como una de sus directrices estatales, someter a USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) a un estudio de viabilidad y alineación con los intereses del nuevo gobierno de Donald Trump.
Por tanto, el apoyo con recursos financieros que esta organización dirigía a Colombia y que solo en la era Petro ha otorgado USD 1700 millones, quedó congelado hasta nueva orden.
Dicha agencia ha prestado al país su apoyo con recursos para proyectos de desarrollo económico y social, incluso en este gobierno triplica a la otorgada a otros países suramericanos como es el caso de México y Perú.
Los USD 1700 millones se han destinado a asistencia humanitaria, seguridad y paz, desarrollo económico y apoyo programático.
En el sector productivo la solidaridad de USAID se imprime en varias organizaciones campesinas, incluso en proyectos de desarrollo productivo del cacao, del café y se dice que, en Apicultura, aunque ya el líder de Fenapic lo desmintió.
Sustentar los recursos
La Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia hizo un llamado al Gobierno de Colombia para que sustente que los recursos que el país recibe desde USAID, están alineados con las prioridades estratégicas de los dos países.
“El cierre de las oficinas de USAID en Colombia es una decisión interna del gobierno de Estados Unidos y no una acción dirigida contra Colombia. Sin embargo, su impacto en el país es significativo, considerando que los USD 261 millones asignados en 2024 estaban destinados a programas fundamentales para el desarrollo, la paz y la asistencia humanitaria”, recalcó María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia.
Para la dirigente, los fondos apoyan a las poblaciones más vulnerables, incluyendo programas de atención a migrantes, comunidades afectadas por desastres naturales, desarrollo económico y fortalecimiento institucional. Son recursos que han generado resultados tangibles en temas que impactan tanto a Colombia como a Estados Unidos, particularmente en migración y seguridad.
“Es fundamental trabajar en la sustentación de cada proyecto, demostrando su necesidad, las acciones implementadas y los logros alcanzados”, explicó.
Según Lacouture, el impacto del cierre del apoyo de USAID es innegable, pero también representa una oportunidad para fortalecer la cooperación.
“Asimismo para garantizar que los programas que han demostrado su efectividad continúen generando beneficios para las comunidades que más lo necesitan”, finalizó.