De los 1.6 billones de pesos destinados para las obras de reconstrucción de la capital putumayense, solo $400.000 millones se han comprometido.
Como un verdadero desastre calificó Mario Zuluaga, vicecontralor en funciones de contralor general, el desempeño de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres -Ungrd- en las obras de reconstrucción de Mocoa que presentan un retraso importante.
Además, en la declaratoria de emergencia del gobierno para atender de manera prioritaria las inversiones complementarias, se establecía que las mismas debían alcanzar un valor de $1,6 billones y, a dos meses de que venza el plazo determinado, solamente se han comprometido, ni siquiera ejecutado, $400.000 millones.
“Desde aquí hacemos un llamado al gobierno nacional y a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres para que la situación de Mocoa se convierta en un tema prioritario, con un seguimiento diario que permita resolver esto definitivamente”, expresó el señor Zuluaga.
Por si fuera poco, la entidad no responde las reiteradas solicitudes de información de la Contraloría sobre el proceso de reconstrucción de Mocoa, lo que ha obstruido el ejercicio de control fiscal.
Poco avance
En sus informes de seguimiento a las obras y proyectos aprobados por el gobierno nacional para la reconstrucción de Mocoa, la Contraloría reporta pocos avances; además, no se han mitigado los riesgos ni se han concluido varios de los proyectos de infraestructura que conforman este programa de reconstrucción.
El ente de control informó que un inconveniente que persiste es que la Ungrd tiene cuatro contratos vigentes para las obras de mitigación de riesgos en la parte alta y no se han iniciado las obras desde diciembre de 2020 cuando se firmaron.
Procesos sancionatorios
Ante esta situación, la Contraloría abrió proceso administrativo sancionatorio fiscal contra el actual director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Olmedo López, y su antecesor en este cargo, Javier Pava Sánchez, por no responder reiteradas solicitudes de información del organismo de control sobre el proceso de reconstrucción de Mocoa, lo que ha obstruido el ejercicio de control fiscal.
“Quiero que sepan los pobladores de Mocoa que estos funcionarios se han creído con privilegios institucionales, al no asistir a las reuniones que solicita la Contraloría”, indicó Zuluaga, quien añadió que, aparte de no dar respuestas, la Ungrd no deja monitorear el avance de las obras.
Pie de foto: Mocoa fue destruida por una avalancha entre la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril de 2017.