La toma del Palacio de Justicia fue más que una simple rebelión, fue un golpe criminal: Cabal

La líder opositora revivió el doloroso episodio de la toma del Palacio de Justicia, cuestionando el papel del M-19 y sus alianzas con el narcotráfico, así como el manejo histórico del suceso. A través de sus redes sociales, Cabal denunció el olvido de los miembros de la Fuerza Pública que murieron en defensa del Estado y critica la amnistía otorgada a quienes participaron en el ataque.

En el aniversario de la toma del Palacio de Justicia, la senadora María Fernanda Cabal ha revivido el debate en torno a uno de los episodios más dolorosos de la historia de Colombia.

A través de una serie de trinos en su cuenta de X (anteriormente Twitter), la senadora cuestionó el rol del M-19, grupo guerrillero responsable de la toma en 1985, y lanzó críticas hacia el actual presidente Gustavo Petro, quien fue miembro de esa guerrilla en su juventud.

En sus publicaciones, enfatizó aspectos que, según ella, la historia oficial ha pasado por alto, como el rol de Gustavo Petro, actual presidente de Colombia, quien en esa época estaba en prisión.

Según Cabal, Petro y otros integrantes del M-19 planeaban una fuga para unirse a la toma guerrillera del Palacio. “Planificación criminal: En ese entonces, Gustavo Petro estaba en la cárcel Modelo, junto a sus camaradas, planeando una huida para apoyar la toma guerrillera. ¿Cuántos saben que el hoy presidente estaba involucrado en esta violencia?”, señaló en uno de sus trinos.

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La dirigente política también hizo énfasis en la memoria de los héroes de la Fuerza Pública, quienes perdieron la vida en el enfrentamiento y, a su juicio, han sido olvidados en el relato histórico. “Hoy, nadie habla de ellos. ¿Por qué olvidar su sacrificio?”, escribió la senadora, exigiendo un reconocimiento más amplio para estos individuos.

El contexto de la Comisión de la Verdad

El informe de la Comisión de la Verdad, que fue publicado décadas después de los hechos, intenta ofrecer una mirada equilibrada y contextualizada de la tragedia que dejó casi un centenar de muertos y desaparecidos.

La Comisión describió el asalto al Palacio de Justicia como un acto que involucró a la población civil como rehenes y escudos humanos en medio de una batalla armada entre el M-19 y las Fuerzas Armadas.

En palabras de la Comisión, la toma fue “una acción ilegal que colocó en calidad de rehenes a los magistrados” y “una típica acción de guerra, no contra su adversario natural, las Fuerzas Armadas, sino para tomar como rehenes a los magistrados y volverlos escudos humanos”.

La Comisión también detalló la supuesta participación del narcotráfico en la toma, que, según Cabal, financiaba al M-19 con el objetivo de frenar la extradición de capos. La senadora, en uno de sus trinos, se refiere a esta colaboración criminal como una “verdadera alianza” y cuestiona si el M-19 actuaba como “defensores del pueblo o emisarios del narco”.

En su mensaje, denuncia que el ataque no fue una simple expresión de rebeldía, sino un plan estratégico para destruir expedientes judiciales y frenar investigaciones que afectaban a poderosos intereses criminales.

La polémica en torno a la amnistía y el olvido de las víctimas

Uno de los puntos más críticos para la congresista es la amnistía otorgada a los exguerrilleros del M-19 como parte de los acuerdos de paz, un aspecto que la Comisión de la Verdad también abordó al señalar que los responsables se salvaron de enfrentar a la justicia debido a los esfuerzos por alcanzar una paz nacional.

Para Cabal, esta decisión es injusta, especialmente cuando algunos de los miembros de las Fuerzas Armadas involucrados en la retoma del Palacio aún enfrentan procesos judiciales. “Mientras los responsables fueron perdonados, muchos miembros del Ejército que defendieron a los colombianos enfrentan condenas”, afirma en sus publicaciones.

Esta amnistía, según la senadora, representa una “injusticia histórica” y una traición a la memoria de los soldados que sacrificaron sus vidas por defender el país, pues, en su opinión, se ha creado un relato que minimiza los actos de los guerrilleros y justifica sus acciones bajo la bandera de una causa revolucionaria.

Las críticas a la «Memoria Sesgada»

La senadora concluyó sus trinos señalando que la historia del Palacio de Justicia se ha contado de forma parcial y que la Comisión de la Verdad no ha sido lo suficientemente contundente al exponer la verdadera magnitud de la alianza entre el M-19 y el narcotráfico.

Cabal se refirió a este ataque como “un golpe criminal con ambiciones políticas” y, en su última publicación, critica la falta de justicia para las víctimas civiles y militares. “No olvidemos los fines de esta toma: más que un asalto, fue un golpe criminal con ambiciones políticas”, escribe.

La líder opositora también resaltó el papel de figuras como la juez Clemencia García de Useche, quien señaló la necesidad de investigar al M-19 por delitos que consideraba no amnistiables, pero luego fue sometida a investigaciones disciplinarias por “afectar la paz”. Para Cabal, esto evidencia cómo la narrativa de paz ha sido utilizada para silenciar aquellas voces que buscan justicia y verdad.

A casi cuatro décadas de la tragedia, la toma del Palacio de Justicia sigue siendo un episodio que divide opiniones en Colombia. Mientras algunos defienden los acuerdos que permitieron la paz y la reintegración del M-19, otros, como Cabal, cuestionan el precio de esa reconciliación, pues la paz no debería implicar el olvido de las víctimas ni la distorsión de los hechos.