Este Acuerdo tendría un impacto sobre los compromisos internacionales de Colombia en relación con los acuerdos comerciales y los tratados de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham) emitió una preocupante declaración con respecto a la aprobación, en el Congreso de la República, del proyecto que ratifica el Acuerdo de Escazú.
La presidenta de AmCham, María Claudia Lacouture, indicó que “tras la aprobación, por parte del Congreso de la República, del proyecto de ley que ratifica el Acuerdo de Escazú, Colombia se coinvierte en el país número 14 que implementará este tratado internacional dentro de un grupo de 25 signatarios en la región”.
“Desde AmCham Colombia consideramos que, si bien, el Acuerdo de Escazú tiene un fin loable, este conlleva a varios riesgos que puedan generar una violación de nuestra soberanía jurídica, ya que cualquier organización internacional puede intervenir en los desarrollos productivos del país. Y aunque esto no significa que otro país pueda imponer la política ambiental, tal como quedó firmado el Acuerdo, sí permite que cualquier organización gubernamental o no gubernamental, e incluso internacional, frene o instaure posiciones jurídicas en torno a proyectos productivos del país”, añadió.
La alta ejecutiva advirtió que “este Acuerdo tendría un impacto sobre los compromisos internacionales de Colombia en relación con los acuerdos comerciales y los tratados de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En este sentido, uno de los grandes riesgos es la posibilidad de ser demandados en tribunales internacionales por la violación a acuerdos como el de la OMC o los tratados de libre comercio, ya que el Acuerdo de Escazú incorpora algunas normas que son contrarias a los tratados que ya ha establecido nuestro país”.
“También, afecta la atracción de inversión extranjera, en la medida que podría generar incertidumbre jurídica al establecer una serie de disposiciones sobre etiquetado, certificaciones, modificaciones a los reglamentos técnicos, estándares de calidad y embalaje, que van en contravía de los compromisos comerciales de Colombia, derivando en controversias ante la OMC por el sentido discriminatorio de estas obligaciones”, manifestó la presidenta de AmCham.
Otro de los riesgos expuestos por la Cámara de Comercio Colombo Americana es la accesibilidad a la información ambiental, ya que establece una obligación de disponibilidad de la información ambiental que puede comprometer los planes, inversiones y presupuestos, en detrimento de la libertad de empresas y de los secretos industriales de las mismas en el país.
“En definitiva, la adhesión de Colombia al Acuerdo de Escazú representará una serie de retos y repercusiones que podrían afectar la competitividad y convertirse en un freno para la inversión extranjera y para el desarrollo económico del país. Por esto, reiteremos nuestro llamado al Gobierno Nacional a evaluar conscientemente las implicaciones que trae para Colombia la adhesión a este tipo de tratados”, indicó Lacouture.
Y finalizó: “Esta aprobación se sucede en momentos en que se tramita una reforma tributaria en el Congreso que, en los términos en los que fue presentada, afectará todo el sector productivo del país, la inversión y las perspectivas de crecimiento. Como consecuencia de todo lo anterior, la percepción de Colombia como un país emergente, abierto a los negocios y a la inversión podrá quedar seriamente afectada”.