La paz con el ELN no se logra solo con buenas intenciones: Rodrigo Rivera

Rodrigo Rivera Salazar, ex alto comisionado para la Paz, habló sobre el proceso de paz con el ELN y destacó la participación de José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, como miembro de la mesa de diálogos.

¿Cómo ha visto la participación de José Félix Lafaurie Rivera en la mesa de diálogo con el ELN?

Creo que en materia de orden público el país debe superar la polarización. Eso incluye la búsqueda de la paz. Haberlo designado en el equipo negociador con el ELN fue un buen paso en esa dirección. Y haber aceptado esa designación también representa una saludable rectificación frente a la posición que tenía Lafaurie frente a la negociación de paz con el ELN.

¿Será que esta vez sí se logrará llegar a un acuerdo con esa guerrilla?

No lo creo. Con las FARC se logró porque hubo golpes contundentes de la Fuerza Pública, se les cerró el burladero que tenían en Venezuela y Ecuador, se les golpeó en sus finanzas con la menor área sembrada en coca y las mayores incautaciones porcentuales de la historia y se negoció con una estrategia cuidadosamente elaborada y ejecutada. Nada de eso vemos ahora en el proceso con el ELN. Y a un bien tan ambicioso como la paz con un grupo con el ELN no se llega solo con buenas intenciones.

¿Qué mensaje le deja al país ese apoyo al proceso de paz del presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie?

Que la única manera de enfrentar eficazmente a la violencia es con unidad de quienes creemos en la democracia. Los violentos se lucran de nuestras divisiones.

¿Cree que en el ciclo que dentro de poco empieza en Cuba se va a avanzar en el cese al fuego bilateral?

Podría ser. Ya lo logramos en el 2017 por cien días y ese acuerdo y su ejecución deberían ser el punto de partida. Pero hay que mantener o construir los incentivos para la paz final y no simplemente para un cese al fuego provisional.

¿Qué importancia tiene este tercer ciclo que va a empezar en Cuba?

Que es el país con mayor ascendiente político sobre el ELN. Y puede ser un gran beneficiario a nivel diplomático de su contribución al fin del conflicto con ese grupo guerrillero. Después del fiasco del manejo jurídico y diplomático que el gobierno Duque le dio a los protocolos para suspender o terminar el proceso de paz con el ELN, esta será una reivindicación histórica que el gobierno cubano no dejará de aprovechar.