La FAO publicó un estudio en el que demuestra que la ganadería hace un gran aporte a la seguridad alimentaria en todo el planeta.
Los alimentos derivados de los sistemas de producción ganadera han ayudado a mitigar el hambre en el mundo.
Así lo afirma el estudio titulado ‘Contribución de los alimentos de origen animal terrestre a una dieta sana para mejorar la nutrición y la salud’, publicado recientemente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El documento explica que las especies de ganado están adaptadas a una amplia gama de entornos, incluidas áreas que no son aptas para la producción de cultivos, lo que hace que los productos alimenticios generados a partir de esta importante actividad económica, especialmente la carne y la leche, estén más alcance de cualquier grupo poblacional, incluso, de las comunidades más vulnerables.
Pero, además, los alimentos provenientes de la producción ganadera también aportan a una dieta adecuada para mejorar la nutrición y la salud ya que proporcionan proteínas de alta calidad, ácidos grasos importantes y diversas vitaminas y minerales.
Ganadería y sustento
A nivel mundial más de mil millones de personas dependen de las cadenas de valor ganaderas para su sustento.
Los ganaderos y pastores a pequeña escala constituyen una gran proporción de los productores de ganado y, según la FAO, en las últimas décadas hubo un significativo aumento del sector ganadero alrededor del mundo debido, en gran parte, a las mejoras en la productividad, y es que una producción ganadera bien integrada aumenta la resiliencia de los sistemas agrícolas en pequeña escala y también proporciona otros servicios ecosistémicos importantes en la gestión del paisaje como energía y ayuda a mejorar la fertilidad del suelo.
Puede leer el informe completo aquí: https://www.fao.org/documents/card/en/c/cc3912en