El país se enfrenta a un panorama desolador por cuenta del aumento de la corrupción, la expansión del crimen organizado y la debilidad institucional, situaciones que han puesto en jaque la estabilidad democrática y seguridad jurídica.
Bajo el mandato de Gustavo Petro, el desgobierno se ha convertido en norma, con la toma de decisiones que favorecen abiertamente a mafias del narcotráfico y el contrabando, cuestionables pactos con estructuras criminales y una impunidad que crece a niveles alarmantes, cobijando con denuedo a personajes de la talla de Armando Benedetti y Xavier Vendrell.
Mientras la crisis se profundiza, la precandidata presidencial, María Fernanda Cabal se erige como una de las voces más contundentes de la oposición, denunciando lo que ella considera es el «desmantelamiento deliberado del país» y planteando una alternativa política para recuperar la libertad y el orden.
«Un gobierno ligado al crimen y a la corrupción»
Desde el inicio de su mandato, Gustavo Petro ha sido señalado por rodearse de personajes con antecedentes oscuros, favorecer el ingreso de delincuentes a las esferas del poder y realizar nombramientos que privilegian la lealtad política sobre el mérito y la idoneidad.
Según la precandidata presidencial, estos hechos evidencian una preocupante falta de transparencia en la gestión pública y una agenda que, en lugar de priorizar el bienestar ciudadano, beneficia a redes criminales e intereses ocultos.
«La corrupción y el desgobierno han alcanzado niveles alarmantes, y el país está bajo una administración que no solo ha demostrado incompetencia, sino que ha sido evidenciada por sus vínculos con sectores criminales», advirtió Cabal en una reciente publicación en su cuenta en la red social X.
Su declaración pone en evidencia la urgencia de restaurar la integridad de las instituciones, desmontar alianzas que socavan la confianza pública y deslegitiman a la Nación en el concierto internacional.
Colombia, un país sin justicia ni castigo para los corruptos
Uno de los aspectos más críticos de la actual administración es la lenta gestión de las investigaciones sobre corrupción donde los protagonistas son personajes allegados al presidente y sus subalternos más cercanos.
La percepción generalizada en la opinión pública es que la impunidad se ha convertido en la norma, debilitando la credibilidad del sistema judicial y dejando a los ciudadanos desprotegidos ante un Estado que parece proteger a los poderosos.
“Cada día los colombianos observan con temor cómo los testigos en casos clave aparecen muertos o amenazados, mientras el Gobierno parece más interesado en encubrir a los corruptos que en garantizar justicia”, denunció Cabal.
En ese sentido, afirmó que, aunque hay evidencias suficientes, la paquidermia de las entidades judiciales como la Fiscalía, propicia la falta de castigo para aquellos involucrados en prácticas corruptas, hecho que no solo alimenta la desesperanza, sino que permite que la corrupción avance y se infiltre aún más en los mecanismos del poder, debilitando las bases del Estado social de derecho.
¿Diálogo con criminales o claudicación del Estado?
Otro de los puntos que ha venido cuestionando la precandidata presidencial, tiene que ver con la política de «paz total», una de las propuestas más polémicas de la administración, pues, el sentir de la líder de la oposición, en vez de enfrentar a los grupos criminales, se les otorgan concesiones que legitiman sus acciones.
Esta estrategia, dada la realidad de orden público en el país con más de 11 focos de crisis humanitaria activos por enfrentamientos entre grupos armados ilegales, lejos de ser una solución, ha contribuido al establecimiento de un régimen de inseguridad generalizada.
“Los grupos criminales, han ganado terreno gracias a políticas débiles y concesiones disfrazadas de ‘paz total’. En lugar de combatir a los delincuentes, se les entrega poder y legitimidad, dejando a los colombianos a merced de la violencia y la impunidad”, señaló la también senadora por el partido Centro Democrático.
Cabal también ha hecho bastante énfasis en sus comentarios sobre la inconsistencia de las actitudes tomadas por el Gobierno Nacional frente a situaciones donde pareciera alzar la voz en favor de los grupos armados ilegales, haciendo a un lado a la ciudadanía sufre las consecuencias de un ‘diálogo’ infructuoso.
«Colombia necesita recuperar su rumbo»
Los comentarios recientes de la precandidata presidencial ponen de presente la caótica situación del país en todos los frentes debido a como han dicho algunos analistas, la falta de liderazgo del presidente Petro y el nombramiento de personas sin experiencia en cargos de vital importancia para el correcto funcionamiento del aparato estatal.
«Es urgente recuperar los valores, la institucionalidad y la seguridad en Colombia. No podemos normalizar el abuso del poder ni la corrupción como forma de gobierno», apremió María Fernanda Cabal.
Finalmente, la líder de la oposición le enrostró al presidente Petro los muchos problemas que afrontan los colombianos como resultado de su pésima gestión en estos dos años de gobierno.
“En esta crisis inducida el presidente que se negó a actualizar la UPC: Unidad de Pago por Capitación y, ni qué decir del gas, en el gobierno de los ecópatas, los ambientalistas enfermos mentales que nos van a llevar a cocinar con leña, 36% de aumento en el gas, 50% en el gas licuado propano, que es el combustible que usa la gente más pobre. ¡Qué desprecio! qué personaje tan reflexivo, acompañado de unos ministros igualmente culpables de la tragedia: más pobreza lo que le sirve a Gustavo Petro”, puntualizó la precandidata presidencial.