¡La autoridad se respeta!: María Fernanda Cabal estalló indignada por crisis de seguridad en Putumayo

Luego del intento de asonada en la zona rural de Puerto Garzón, en el departamento del Putumayo, la aspirante a la presidencia María Fernanda Cabal reaccionó diciendo en cuenta X: ¡La autoridad se respeta! Al conocer que el Ejército Nacional evitó que una turba los secuestrara.

En medio de una escalada de violencia que sacude las regiones más vulnerables del país, la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal elevó su voz con contundencia para denunciar lo que calificó como “la mayor indignación nacional”: el abandono del Gobierno Petro a las Fuerzas Militares y la impunidad con la que actúan grupos terroristas como el ELN y las FARC.

En dos publicaciones virales en redes sociales, Cabal no solo puso el dedo en la llaga de la crisis de seguridad, sino que regionalizó su denuncia al poner el foco en el Putumayo, uno de los departamentos más castigados por el narcotráfico, la minería ilegal y la presencia de estructuras armadas al margen de la ley.

“No hay mayor indignación que ver cómo los terroristas del ELN y las FARC matan soldados en medio de la mirada pasiva de Petro y su gobierno, al que no le importan las vidas de los héroes de la patria, como sí la de los bandidos a los que sienta en mesas de diálogo para burlarse del país”, escribió la senadora en un trino que ya supera miles de interacciones.

Pero fue en su mensaje previo, centrado en el Putumayo, donde Cabal desnudó la crudeza del conflicto en los territorios:

“El país debe defender a sus Fuerzas Militares que no pueden seguir siendo tratadas como si no tuvieran derechos humanos. En este intento de asonada en zona rural de Puerto Garzón, Putumayo, el Ejército reaccionó para evitar otro secuestro. ¡La autoridad se respeta!”

Putumayo: epicentro de la crisis que el gobierno ignora

Puerto Garzón, municipio estratégico en el sur del país, es un territorio donde el Estado ha retrocedido. Allí, el narcotráfico opera con impunidad, las FARC controlan rutas de cocaína hacia Ecuador y Perú, y los campesinos viven bajo el terror de los grupos armados. En ese contexto, los soldados son los únicos que se interponen entre la ley y el caos.

La senadora Cabal no solo exige justicia para los uniformados, sino que lanza una advertencia moral: ¿Hasta cuándo Colombia permitirá que sus héroes sean sacrificados mientras el Gobierno negocia con sus victimarios?

Un llamado de alerta nacional

Cabal, con su característico tono firme y sin concesiones, no solo denuncia, sino que moviliza conciencias. Su mensaje va más allá de la crítica política: es un grito de auxilio en nombre de miles de militares que patrullan selvas y montañas sin el respaldo institucional que merecen.

“¡La autoridad se respeta!”, repite Cabal, y con esa frase resume el clamor de millones de colombianos que ven cómo el Estado se desdibuja en las regiones, mientras los narcotraficantes y terroristas se fortalecen.

¿Qué hay detrás de la indignación?

Analistas consultados por este medio coinciden: la crisis de seguridad en el Putumayo no es aislada. Es el reflejo de una política de “paz total” que, en la práctica, ha significado impunidad para los violentos y abandono para los defensores de la ley. Mientras el Gobierno insiste en diálogos con grupos que siguen asesinando, secuestrando y sembrando minas antipersonas, departamentos como Putumayo, Nariño, Arauca y Chocó se convierten en zonas sin ley.

María Fernanda Cabal no solo habla por los soldados caídos. Habla por los campesinos desplazados, por los niños reclutados, por los alcaldes amenazados, por los policías emboscados. Su mensaje es incómodo para quienes prefieren el silencio diplomático, pero es la voz que Colombia necesita escuchar con urgencia.

Mientras el Putumayo sangra y el gobierno mira hacia otro lado, una senadora se planta y grita: ¡Basta! ¡La autoridad se respeta! ¡Los héroes merecen protección, no indiferencia!