Internautas se mofan de Ariel Ávila por su defensa a Petro

El senador por la Alianza Verde y Centro Esperanza aseguró en un video publicado en sus redes sociales que el actual gobierno no sigue las pautas burocráticas de sus predecesores, obviando que el grueso del gabinete y asesores del mandatario, son, sin más, ‘gamonales’ y ‘mandamases’.

Una de las afirmaciones más frecuentes de quienes defienden en público y privado al gobierno de Gustavo Petro, tiene que ver con la ‘inmaculada’ imagen de las personas que lo han acompañado y acompañan en el ejercicio de su mandato.

Los áulicos, contra la evidencia, aseguran que Petro ha sido un presidente autónomo, alejado de las componendas políticas que obligan a los mandatarios a dar participación en sus gabinetes a personajes de dudosa reputación.

Uno de esos, es el senador por la Alianza Verde y Centro Esperanza, Ariel Ávila, quien, por cuenta de una afirmación de ese estilo, fue objeto de burlas en las redes sociales.

“Al gobierno Petro le ha ido mal, pero hay algo que le reconozco: no se dejó domesticar de las viejas élites y gamonales”, escribió Ávila en su cuenta en X para describir un video donde ‘analiza’ el tema.  

De inmediato, varios internautas empezaron a demostrar, con realidades, que lo dicho por el senador más que mentira, es prácticamente un mal chiste. La primera prueba que presentan contra el discurso de Ávila es la presencia de Mauricio Lizcano en el Ejecutivo.

Lizcano, quien heredó la curul en el Senado de su padre Oscar Lizcano, secuestrado por la guerrilla, inició en el gobierno como director del Departamento Administrativo de la Presidencia, donde varias subalternas lo acusaron de acoso sexual. Hechos que fueron ignorados por el jefe de Estado, quien lo designó como ministro de las TICs, desde donde impulsa con dinero público a influenciadores afines.

Otra de las imágenes, deja ver al senador Antonio Correa, quien durante años estuvo ligado al círculo más íntimo de la extinta ‘baronesa’ del chance: Enilse López, condenada por múltiples delitos y vinculada directamente con organizaciones al margen de la ley que presionaban a los electores en favor de sus protegidos, entre estos, el personaje en comento.

Figura también uno de los políticos más polémicos de los últimos 30 años: Roy Barreras. El médico caleño escaló en poder y reconocimiento de la mano de Uribe, luego le hizo el juego a Santos y hoy, sin curul por cuenta de un fallo del Consejo de Estado, goza de las mieles de la burocracia de alto nivel: actualmente es Embajador en Reino Unido y varios de sus familiares ocupan cargos de alto nivel en diferentes instituciones públicas.

Otro de los que está reseñado en el extenso hilo, es Armando Benedetti. Este político costeño quien reconoció públicamente tener problemas de alcoholismo y drogadicción fue nombrado Embajador en Venezuela, Embajador ante la Fao y asesor del presidente de la República en temas legislativos, funciones que algunos analistas aseguran ya desempeña Juan Fernando Cristo, ministro del Interior.

Benedetti fue protagonista de un escándalo de gran magnitud debido a unos explosivos audios revelados por la Revista Semana donde se refería en términos desobligantes a Laura Sarabia, mano derecha de Petro, a quien acusaba de haberlo sacado por la puerta de atrás del gobierno e incumplirle con los compromisos de campaña.

El exsenador dejó ver en sus conversaciones con Sarabia que tenía información relacionada con el ingreso de dinero ilegal a la campaña Petro Presidente, actualmente investigada por el Consejo Nacional Electoral por el incumplimiento en los topes de ingresos y gastos.

Finalmente, figura en las fotografías, Olmedo López, protagonista de uno de los escándalos más vergonzosos de los últimos años. Según el exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, a través de esa institución se cabalizaba dinero para comprar votos de congresistas a favor del gobierno.

Las declaraciones de López ante la Fiscalía tienen en jaque a por los menos 10 congresistas entre senadores y representantes a la Cámara, también, generaron el despido de varios altos funcionarios y la renuncia de, por ejemplo, Ricardo Bonilla del Ministerio de Hacienda. Este último personaje, según el relato de los implicados, sería el artífice de tales movimientos corruptos.