Aunque no se conocen cifras oficiales de las denuncias por miedo a represalias, los niños son en este momento objetivo de los grupos ilegales en Arauca.
Arauca se ha convertido nuevamente en el epicentro del reclutamiento de menores en el país por parte de grupos armados ilegales.
Más de 200 menores podrían hacer ingresado a las filas de los grupos insurgentes, señalan las autoridades. Aunque no existe una cifra oficial, la Defensoría del Pueblo de Arauca sí ha registrado algunos casos de reclutamiento.
El más reciente caso se presentó en una comunidad indígena del municipio de Tame donde el ELN se llevó a cinco menores de edad.
A este hecho, se suma, la incursión de este mismo grupo ilegal en la escuela de Cañas Bravas, el pasado 26 de septiembre, ubicada en los límites de Arauca y Arauquita. En su momento se denunció la presencia de niños uniformados y armados.
En esta zona del país, los grupos disidentes de Farc y ELN lideran una confrontación armada que ha dejado más de 200 muertos y para reforzar sus estructuras han optado por integrar a sus filas, menores de edad.
Hace aproximadamente un mes, se realizó un Consejo de Seguridad Extraordinario con el propósito de evaluar el reclutamiento de menores y el desplazamiento de las comunidades.
Acciones
Los padres de familia se reunieron para evaluar las razones del incremento de la deserción escolar, en el encuentro se determinó que, en ocasiones, algunos de los estudiantes toman la decisión voluntaria de irse con los grupos al margen de la ley que transitan en los resguardos, quizás por las necesidades que enfrentan día a día en sus comunidades, entre ellas, la escasez de comida.
No obstante, para algunos líderes pese a su preocupación indican que los mismos padres han sido permisivos y promueven que sus hijos se unan a estos grupos ilegales por la falta de oportunidades que asecha la región.
En un informe revelado por El Tiempo, las autoridades confirmaron que no se tienen cifras y las familias prefieren guardar silencio por miedo a represarías.
Crudo panorama
Más de 3000 niños han desertado del sistema educativo, cifra que corresponde a los meses de junio hasta octubre del presente año.
En algunos casos, los padres han decidido que no vuelvan a la escuela y los han llevado en medio de precarias condiciones a otras regiones de país para evitar que la guerra se los lleve.
“No están yendo a la escuela y se están acabando los alimentos”, manifestó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien manifestó su preocupación por el riesgo de desplazamiento forzado y el reclutamiento de niños en esa zona del país.
Así mismo, la representante a la Cámara por Arauca, Lina Garrido, sostuvo un encuentro con la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Concepción Baracaldo, para que unan esfuerzos en torno a esta situación.
