Como un mal chiste parece la decisión del presidente Petro de nombrar como asesores de paz a alias Gafas y Mancuso. Pareciera que en el olvido quedaran los hechos delictivos que tanto temor y dolor generaron en las familias colombianas.
El gobierno de Gustavo Petro sigue dando pasos en falso con sus cuestionados anuncios y acciones para conseguir lo que ha llamado la ‘paz total’.
El más reciente hecho está relacionado con el nombramiento como gestor de paz a Alexander Farfán Suárez, exintegrante de las Farc y conocido como alias Gafas o el carcelero de las Farc.
Gafas, fue el encargado en el 2003 de la seguridad de los tres estadounidenses secuestrados por esta organización guerrillera. Durante más de cinco años estuvieron retenidos en pésimas condiciones.
«Ese hombre es lo peor de la humanidad, un cruel terrorista que gozaba con nuestro sufrimiento», indicó Marc Gonzalves, uno de los secuestrados de las Farc, refiriéndose a Farfán.
Fueron liberados en la operación Jaque. Razón por la cual el anuncio del decreto presidencial generó rechazó entre dirigentes políticos e incluso en los Estados Unidos.
Farfán apoyaría las conversaciones de paz con integrantes de las disidencias de las Farc, lideradas por alias Iván Mordisco.
Proceso
Alias Gafas fue arrestado durante la operación Jaque en compañía de alias César, luego, Estados Unidos lo pidió en extradición para que respondiera por el secuestro de los tres estadounidenses.
Sin embargo, la Corte Suprema, argumentó que los delitos habían sido cometidos en Colombia y que deberían responder en la justica de este país. La justicia de Estados Unidos aún mantiene vigente el proceso contra Gafas.
Esta decisión causó revuelo en Washington. De acuerdo con el periódico El Tiempo, la Corte, al negarla, cambió el concepto que había utilizado al autorizar el envío de alias Simón Trinidad, que fue juzgado por el secuestro de los mismos estadounidenses y condenado a 60 años de cárcel en una prisión de máxima seguridad donde aún permanece.
Las decisiones insólitas de Petro también cobijan al exparamilitar Salvatore Mancuso, que sería nombrado como gestor de paz. Iniciativa que no fue bien recibida por el Congreso de los Estados Unidos, califican este hecho como una burla contra miles de víctimas.
