¡Insólito! Invasores fueron desalojados y horas más tarde volvieron a tomarse el predio

Aunque lograron que luego de varios meses los invasores desalojaran el terreno, una vez dejó la zona la Fuerza Pública volvieron a tomarse el predio. Esta vez, con actitudes más agresivas: amenazaron a los propietarios, se apoderaron de la casa e incluso abandonaron el ganado en los caminos veredales.

Cuatro meses y medio de incertidumbre e impotencia por la incursión ilegal de 50 personas en su finca ganadera, cumplieron los propietarios de un predio, ubicado en la vereda Sabana de Bubeta, en el municipio de La Gloria en el departamento del Cesar. Aunque han realizado todas las diligencias como indica la ley, hoy están amenazados por los invasores y sienten que el Estado los abandonó.

La triste historia inició en el pasado mes de junio, cuando un grupo de invasores integrado por alrededor de 50 personas, es decir, 14 familias conformadas por niños, adultos mayores, adultos y mujeres se apoderaron de la finca, ubicada en el área rural del municipio La Gloria, con una extensión de 232 hectáreas. Durante su estadía dividieron el predio en parcelas, construyeron cambuches y hasta sembraron maíz.

De acuerdo con Tobías Osorio, quien representa a su padre, Adalberto Osorio de 84 años de edad, propietario de la finca y a quien le robaron su tranquilidad desde el mes de junio; señala que actuaron dentro de las 48 horas como lo indica la Ley.

“Abordamos con un abogado al Inspector de Policía para iniciar los trámites, nos dio las indicaciones. Al día siguiente teníamos que reunirnos y así hacer presencia en la finca con la Policía, la Inspección y unos entes de control para lograr el desalojo en esas primeras 48 horas. Esperamos la comisión en el municipio de Pelaya para ingresar a la finca, nos citaron a las 3 p.m., estuvimos hasta las 5 p.m.  pero nunca llegó”, indicó el denunciante.

El segundo día y antes de que se cumplieran las 48 horas, se acordó nuevamente una visita con la Policía, el inspector de Policía, pero nunca llegaron.

“Esperamos, los llamamos cantidad de veces y el inspector no apareció. Después nos dieron una excusa, que ese día lo tenía libre pero el día anterior no lo manifestó, en todo caso, se perdieron las primeras 48 horas y luego vino un fin de semana”, indicó Osorio.

Es así que inician los trámites siguientes y para ello se instaura una querella en la que se documentó con registros fotográficos la invasión.

“Inició un proceso tedioso, largo, con pobres respuestas; el inspector hizo los trámites que establece la ley, para estos casos. Él se encargaba de notificarnos, nosotros íbamos y las fijábamos allá en la entrada de la finca. Los invasores fueron varias veces citados, pero nunca se presentaron a las diligencias”.

El tiempo seguía corriendo, y la finca seguía en manos de los invasores que se apoderaron del terreno, deciden entonces, iniciar el proceso de desalojo que debía contar con el acompañamiento del Ejército, dado que la zona sufre de afectaciones de orden público. Fueron más de tres meses esperando el tan anhelado desalojo.

“Finalmente fue fijada la fecha para el 29 de septiembre y así se hizo. Nosotros nos hicimos cargo de todos los costos que implicó la diligencia; alojamiento, manutención de los combustibles para todos los carros, desplazamiento de las comitivas desde el municipio a la cabecera municipal de la Gloria. El Esmad muy diligentemente, hizo lo que tenía que hacer, los sacó del predio de manera pacífica porque ellos no opusieron resistencia”, describió Osorio quien recuerda que ese día fueron amenazados por los invasores.

¡De no creer!

Luego de la diligencia, el Esmad salió de la zona hacia medio día y nuevamente en horas de la tarde, los invasores ingresaron a la finca y en esta oportunidad se apropiaron de la casa. Le dieron un ultimátum a la persona que laboraba allí para que saliera del sitio.

“Bloquearon todos los trabajos que teníamos en la finca. Retiraron los obreros que había y no permite que el señor desempeñe ninguna actividad en la finca”.

Sumado a ello, el ganado que tenían, que es ordeñado para la manutención de la finca fue relegado en los potreros en las últimas semanas.

“El ganado ha sufrido por la alimentación porque no hay manera de hacer rotación de potreros y como si fuera poco todo lo que ha ocurrido, sacaron el ganado en horas de la noche de la finca y lo regaron en los caminos veredales del sector. Al otro día tuvimos que reunir personal, logramos reunir unos animales, pero hay unos faltantes, buscamos una finca vecina que nos permitieran tener el ganado pagando pastal porque esa gente se adueñó del predio”.

Acompañamiento

Esta familia ahora solicita una nueva visita con acompañamiento para retirar los enseres que aún están en la finca. Incluso solicitaron a la empresa prestadora de energía retirar el medidor de energía para no seguir pagando el servicio que disfrutan los invasores.

“Equipos de fumigación, equipos de trabajo de la finca, herramientas de trabajo y una cantidad de cosas que se tienen en la finca que nos toca con el acompañamiento de la fuerza pública poder ingresar allá por las amenazas que hemos sufrido, denuncias que ya están en la Fiscalía General de la Nación”.

En este calvario que ha tenido que enfrentar la familia, han sentido el poco acompañamiento de las autoridades que les compete actuar en este tipo de sucesos.

“A pesar de que la autoridad está informada de la situación, no se ha hecho absolutamente nada para poder resolver el tema. Entonces esa es la realidad nuestra y esa es la realidad del acompañamiento del Estado, de la violación de derechos fundamentales como el derecho al trabajo, la amenaza contra la vida, el derecho a la propiedad privada. Todos esos elementos de la Constitución que están escritos, están simplemente como letra muerta porque no se nos ha amparado en nada”, puntualizó Tobías Osorio.