Analistas de BBVA Research para Colombia se mostraron sorprendidos con el IPC pero en mayor medida con la desaceleración de alimentos y prevén que la tendencia descendente sea permanente.
“Prevemos que la inflación de alimentos mantendrá un buen ritmo de desaceleración en los próximos meses, aunque pueden materializarse algunos riesgos asociados a temas de logística y precios de combustibles”, afirmó Laura Peña, economista de BBVA Research para Colombia.
Para la analista, la inflación de alimentos generó la mayor sorpresa bajista, pasando de una variación anual de 21,8 % a 18,5 %. Esta se explica por disminuciones en todas las subcanastas, con el protagonismo de los perecederos que cayeron desde el 23,7 % hasta el 16,9 %.
En abril la inflación mensual fue 0,78 % y la anual 12,82 %, ubicándose por debajo de la expectativa de los analistas del mercado (que, de acuerdo a la encuesta del Banco de la República, esperaban una variación del 0,87%).
La inflación básica (sin alimentos) continuó al alza en términos anuales, pero a un menor ritmo, al incrementar 9 puntos básicos y ubicarse en 11,51 %.
Al interior de esta, la canasta de regulados registró el mayor incremento, alcanzando el 15,3 % anual, impulsada por las alzas en combustibles y un aumento en las tarifas de agua y electricidad.
La canasta de servicios fue la segunda con mayor aceleración, alcanzando un 9 % en la variación anual. Su resultado se explica por presiones en las divisiones de arriendo, comidas en establecimientos de servicio a la mesa y los servicios relacionados con la copropiedad.
Desde BBVA Research percibimos que la inflación básica podría continuar acelerándose algunos meses más. Sin embargo, se espera que en el segundo semestre, ambas subcanastas, muestren descensos en su variación anual.