La dieta vegana es baja, y en algunos casos carece completamente, de varios nutrientes esenciales para el cerebro. Esta deficiencia afecta la inteligencia de quienes la siguen.
En los últimos años, el veganismo ha pasado de ser una moda a un estilo de vida adoptado por millones en todo el mundo. Sin embargo, diversos estudios y especialistas han advertido sobre las deficiencias que una dieta vegana puede generar en nutrientes esenciales para el cerebro, como la vitamina B12, hierro hemo, taurina y ácidos grasos omega-3, lo que podría afectar las capacidades cognitivas de quienes siguen este régimen alimenticio.
Los antropólogos sostienen que el consumo de carne pudo haber sido clave en la evolución del cerebro humano, el cual, aunque solo representa el 2 % de del peso corporal, consume el 20 % de las calorías diarias. Se cree que la carne ofrecía a los ancestros una fuente concentrada de nutrientes como proteínas, grasas y minerales necesarios para la evolución de este órgano tan demandante. Según esta hipótesis, el consumo de carne habría dado acceso a una gama de nutrientes que resulta difícil de obtener únicamente a través de plantas.
Deficiencias en la dieta vegana y sus efectos en el cerebro
Uno de los nutrientes más problemáticos para los veganos es la vitamina B12, crucial para la salud neuronal, pero que solo se encuentra de forma natural en productos de origen animal. Las bacterias producen B12 en el sistema digestivo de algunos animales, permitiendo que la incorporen a través de la alimentación directa. Sin embargo, los humanos no pueden obtenerla de la misma manera, lo que hace que la deficiencia de B12 sea común entre quienes siguen una dieta vegana sin suplementación. Según estudios, bajos niveles de B12 pueden correlacionarse con menor rendimiento cognitivo e incluso con un mayor riesgo de encogimiento cerebral en ancianos.
Por otra parte, nutrientes como la taurina y el hierro hemo, también fundamentales para el desarrollo cerebral, son difíciles de obtener en una dieta basada en plantas. Por ejemplo, un estudio de 2007 reveló que la suplementación con hierro mejoraba considerablemente el rendimiento cognitivo en mujeres jóvenes. Además, el tipo de hierro que el cuerpo humano absorbe mejor, conocido como hierro hemo, se encuentra en fuentes animales, y los veganos suelen presentar niveles por debajo de las recomendaciones diarias.
Riesgos del veganismo en poblaciones vulnerables
Varios estudios y recomendaciones han señalado el riesgo de la dieta vegana en grupos vulnerables, como niños, adolescentes, mujeres embarazadas y lactantes. Por ejemplo, la Sociedad Alemana de Nutrición desaconseja las dietas veganas en estos grupos debido al riesgo de deficiencias nutricionales y sus posibles consecuencias para el desarrollo cerebral. En Bélgica, de hecho, los padres que obligan a sus hijos a seguir una dieta vegana pueden enfrentar sanciones legales.
Un estudio realizado en Kenia reveló que los niños que consumían sopa con carne mostraron mejores resultados en pruebas de razonamiento no verbal y habilidades aritméticas en comparación con aquellos que seguían una dieta vegetariana de facto. Aunque se necesita más investigación en adultos y en entornos diferentes, este hallazgo abre la discusión sobre si el veganismo podría, de algún modo, afectar el desarrollo mental.
Dieta vegana y suplementación
A pesar de las advertencias sobre estas deficiencias, muchos expertos coinciden en que una dieta vegana puede ser saludable si se planifica correctamente y se suplementa con los nutrientes esenciales. Sin embargo, señalan que aún queda mucho por investigar sobre los efectos a largo plazo de esta dieta en la salud cerebral. Según Taylor Wallace, experto en nutrición, el problema radica en la falta de información sobre cómo suplir estos nutrientes de forma adecuada. Para ciertos aminoácidos y vitaminas, como la taurina y la colina, la suplementación puede ser especialmente necesaria, dado que estos elementos participan en funciones neuronales críticas y no pueden obtenerse en cantidades suficientes únicamente de plantas.